Frida Guerrera

Posted inLa Columna Rota

Frida Guerrera

¿Cómo vivimos las madres de mujeres trans y LGBT+ ante los discursos de odio?

Para todas y cada una de esas fuertes y dignas mujeres trans que tengo el honor de conocer. Para todos mis hijos gays “adoptados”, amigas lesbianas que a diario se la rifan para dejar huellas imborrables para los que vienen detrás´

Para todas aquellas personas que aman, respetan y luchan por la diversidad en cualquier contexto.

Para Alessa.

Hace unos días leía una nota de Homosensual donde daban a conocer los ocho crímenes de odio que durante enero de 2022 se han generado en México, además de los ataques que han sufrido mujeres trans, parejas lesbianas y hechos de discriminación que han sufrido jóvenes gay.

Todos los días documentamos las notas rojas para dar seguimiento a los casos de feminicidio. Desde el primer momento también documentamos los “transfeminicidios”, los cuales, para nosotros cuentan como feminicidios.

Porque la violencia que padecen es exactamente la misma: en manos de sus parejas o exparejas, familiares o desconocidos. Y las asesinan por ser ellas. Por ser mujeres trans o lesbianas, admitirse como gay o simplemente por ser diferentes. Por atreverse a ser ellas, elles y ellos mismos.

Documentar sus crímenes es muy difícil porque a la mayoría las siguen encasillando como “hombres”, borrando con esto no solo sus vidas, si no sus asesinatos.

En redes sociales hay un discurso que identificamos en 2019, cuando algunas “feministas” iniciaron una guerra absurda en contra la comunidad LGBT+ señalando sobretodo que las mujeres trans “las querían borrar”.

Hay infinidad de textos escritos por mujeres que tienen años en el “feminismo”. No entraré en ello porque por fortuna yo no soy feminista. Sin embargo, me parece delicado que ahora se enfoque una lucha contra esta comunidad cuando por años habían sido apoyadas por dicha comunidad.

Recuerdo aquellas primeras marchas que cubrí en Oaxaca. Cuando mujeres trans salían a marchar y eran acompañadas por feministas o al revés. Ahora es raro verlas juntas. Ahora a las trans las atacan las “feministas” si pasan por parques que ellas se han agenciado, como ha pasado en Jalisco.

La violencia la vivimos y padecemos todas, todos y todes. Por el simple hecho de existir, por ser auténticas. Por ser mujeres, por defender nuestros derechos. Y en lugar de atacar a quienes nos asesinan a diario, ahora un grupo de personas está decidiendo atacar a mujeres trans. Y también a mujeres que nos atrevemos a defenderlas.

Sencillo… arremeten contra todas aquellas personas que pensamos diferente. Generan un discurso de odio que fomentan y justifican los ataques contra quienes no nos alineamos a ellas.

En uno de los tantos textos que he leído revisaba uno que textualmente decía esto:

Lo grave es pretender que el feminismo excluye a minorías con derechos humanos. El feminismo nunca ha sido ni es ‘transexcluyente’. ¿A quién beneficia este postulado? ¿Quién lo está fomentando? Tal vez un activismo importado, con muchas palabras en inglés, que intenta suplantar los espacios tan duramente conquistados, para la igualdad entre hombres y mujeres. Resaltar y agrandar las diferencias y las discrepancias sólo benefician a la ultraderecha y al neoliberalismo. Una tendencia empujada por la ignorancia. La condición social construida por los intereses patriarcales no puede ser autoadoptada, como esa definición de mujer aberrante”.

Me sorprende saber que quién redacta esto es una mujer de izquierda, que al parecer no revisa las redes sociales que se encuentran plagadas de mujeres de “izquierda” y “derecha” generando ataques que se han materializado físicamente.

Me queda claro que el odio, es generado para intentar “borrar” a quienes ellas piensan que no pertenecemos a su mundo privilegiado, lleno de confort, que solo conoce una verdad y esa es la de ellas. Su verdad absoluta.

Lamentablemente los ataques han ido en aumento conforme pasan los años cuando debería de ser totalmente contrario. Uno de los muchos ataques que me dolió, impactó, y me hizo reflexionar fue el intento de feminicidio que sufrió Natalia Lane el pasado 16 de enero. Me alarmó conocer la noticia. No había visto el video y cuando lo vi, vi a todas las mujeres trans que quiero.

Soy madre de una mujer trans, a la que le ha costado posicionar su lugar, pero que con mucha dignidad lo ha estado haciendo. Una mujer trans que cubre sus gastos con su trabajo como asesora financiera en una empresa que le ha dado el lugar que le corresponde como mujer trans.

Tengo hijas “adoptadas” que quiero y respeto y que cada una de ellas ha luchado desde su mundo por crearse un lugar seguro. Sin embargo, ver a Natalia en ese lamentable estado me dolió. Las vi a todas y me estremeció pensar que ellas salen a divertirse, a trabajar, se enamoran y pueden ser asesinadas en cualquier momento. Sí, así exactamente como a las mujeres cis.

No vengo a dar clases de feminismo; como lo he dicho, no soy feminista. La intención de estas líneas es tratar de ayudar a reflexionar a quienes están atacando en redes sociales y en la vida real. Que piensen que todas y todos son hijas e hijos de alguien. Y que cada una está librando sus propias batallas.

Cuando Alessa nació me aterró traerla a un mundo que ya pintaba difícil. Cuando a los trece años salió del closet, solo le dije que ya sabía y que siempre la amaría por quien es, que defendiera a capa y espada sus convicciones y que no permitiera que nadie la pisará o la hiciera sentir mal. Y que además iba a ser mucho más difícil encontrar pareja. Ha salido avante como todas las mujeres trans que durante estos años he conocido.

Pero ahora me espanta pensar que pueda ser víctima de mujeres a las que les incomodé, o de algún sujeto transhomofóbico que la lastimé por ser ella.

Mi labor es escalofriante. Todos los días debemos documentar el infierno que todas sufrimos. Y hoy además tengo que lidiar con el terror de que alguien que amo me sea arrebatada.

No obstante, como madre de una mujer trans, me horroriza que cualquiera pueda lastimarlas a todas. Las madres de mujeres trans y de la comunidad LGBT+ vivimos con el corazón en un hilo cada vez que vemos estos ataques de odio y mucho más cuando nos asesinan a una de nuestras hijas o hijos.

Paren ya tanto odio. Los enemigos no están de este lado.

No tengo contacto con ninguna familia que haya sido víctima de un transfeminicidio. Pero soy madre de una mujer trans. No espero, ni quiero contar su historia cuando ya no esté.

He acompañado mujeres trans a quienes les han arrebatado a sus madres y que, por temor, luego de ser amenazadas, deciden dejar el tema. No necesito esperar a que me quiten a alguna de ellas para levantar la voz y tratar también de que paren ya ese odio contra ellas.

Ximena García, mujer trans y militante de Morena fue asesinada.
Foto de Ximena García. Foto: Especial

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Frida Guerrera

Frida Guerrera

Frida Guerrera es una de las periodistas más reconocidas en cuanto a seguimiento de feminicidios a nivel nacional. Ha relatado casos, acompañado a familias e incluso ella misma ha apoyado a la detención...