¿Es en serio?
Llevaban siete meses ¡siete! Con un discurso único y consistente que se resume en el #UDLAPLibre.
Tan fuerte que llegó a medios nacionales, y que ayer se viralizó con el video de “famosos” pidiendo el regreso de los estudiantes de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) a clases presenciales.
Este primero de febrero, se llevó a cabo una audiencia en la que el Poder Judicial intervino para exhortar a que el campus de la UDLAP abriera sus puertas y se reanudaran las actividades.
¡Por fin!
Mientras eso pasaba, un grupo de estudiantes de la UDLAP se manifestaba en la Recta Cholula, cerrando ambos sentidos, y luego en el Periférico.
A eso de las nueve de la noche, los policías abrieron las puertas y anunciaron que permitían el paso de todos los que se acreditaran como alumnos.
Y entonces decidieron no entrar. Los pocos que quedaban en la puerta de la institución dijeron, entre ellos, que esperaban que una autoridad académica fuera la que les permitiera el paso.
Luego, empezaron con teorías de conspiración, que qué tal si entraban y ya adentro les hacían algo.
Total, que casi a las diez de la noche dijeron que no estaban conformes con el acuerdo, que se retiraban, liberaban vialidades y amagaron con volverse a manifestar el miércoles por la tarde.
Esta decisión sucedió a la par de un video que subió la rectora Cecilia Anaya, a la cuenta de Twitter de la UDLAP, quien entró en sustitución de Luis Ernesto Derbez, nombrada por el Consejo que ya no tiene el reconocimiento de las autoridades.
Anaya Berríos calificó la acción del Poder Judicial como una tomada de pelo: “es una simulación y una ofensa a nuestra inteligencia”.
Pero, el fallo del Poder Judicial, con alevosía o no, al menos sirvió para que la rectora, Cecila Anaya se viera obligada a revelar su verdadero discurso y dejarlo grabado en un video a la comunidad universitaria.
La verdadera intención del patronato que perdieron los Jenkins, acusados de fraude por más de 14 mil millones de pesos en contra de la Fundación Mary Street Jenkins, es obtener el fallo de un juez federal a su favor.
Que les entreguen las instalaciones de la UDLAP de forma oficial, el poder sobre las cuentas y de paso que exoneren a los seis miembros de la familia y sus dos abogados, prófugos desde las liberaciones de las ordenes de aprehensión el pasado 9 de junio.
¿Otra cosita?
No están dispuestos a llegar a un acuerdo con el nuevo patronato en beneficio de la comunidad universitaria, para que todos puedan regresar a clases presenciales.
No, están por delante sus intereses económicos en la institución.
Ser exculpados por el presunto desvío de recursos de la Fundación, ese es su objetivo y como escudo están utilizando a la comunidad universitaria.
¿Por qué no cumplen lo que pregonaron?
Dirimen el asunto legal en Tribunales y dejan que los alumnos regresen a las aulas con un acuerdo a su favor.
Las clases presenciales no regresarán ni con la #UDLAPLibre y ahora sí sabemos que fue decisión de la rectora Cecila Anaya Berríos, con los Jenkins por delante.
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