El jueves de la semana pasada el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa recibió la noticia de la visita de Andrés Manuel López Obrador al estado, sin saber exactamente a qué vendría el presidente.

Horas después Presidencia le informó que vendría a una reunión privada, únicamente para la evaluación de programas federales.

La visita de López Obrador resulta de suma importancia si tomamos en cuenta que la Federación ha relegado al estado con temas desde las participaciones y programas federales, hasta el inicio de la vacunación covid cuando llegaban muy pocas dosis.

La baja de dosis se arregló afortunadamente a tiempo, gracias al gobernador, quien logró que Puebla se recuperara en vacunación y que hoy sea de los estados con mayor número de ciudadanos inmunizados.

Este trato, digamos, diferenciado con respecto a otros estados con similares características demográficas, ha sido interpretado por muchos mal intencionados como la clara muestra de una mala relación entre el presidente y el gobernador.

El 2021, según publicamos en CENTRAL, el gobierno federal aplicó un recorte presupuestal de 543 millones de pesos de los recursos aprobados en el PEF.

Esto significó 201 millones de pesos menos en participaciones y 806 millones de pesos en aportaciones federales.

Recortes que ningún legislador federal se ha atrevido a defender para Puebla.

A pesar de ese recorte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público señala que hubo un incremento de 464 millones de pesos en convenios de descentralización, con lo que el recorte presupuestal federal no fue tan escandaloso.

El compromiso después del encuentro en Casa Aguayo el 26 de marzo fue reforzar los apoyos para Puebla.

El encuentro sucede en el momento perfecto, con el inicio del año y en marzo cuando comienzan a llegar los recursos, así no solo se evitará un nuevo recorte, sino que se podrán lograr mayores participaciones.

La visita dejó clara la amistad y la relación entre Miguel Barbosa y Andrés Manuel López Obrador.

Aunque se trató de un encuentro puramente labora, la política no puede quedar fuera, viene el 2024 y la cercanía de Barbosa al presidente puede llegar a incomodar a varios.

Entregamos al presidente @lopezobrador_ un documento histórico en el cual el presidente Juárez y el ministro Ignacio Zaragoza, nombran a Manuel Cortés, subteniente de la Segunda Batería del Batallón de Artilleros. pic.twitter.com/mQSvKop2mW

— Miguel Barbosa (@MBarbosaMX) March 26, 2022

“Mujeres juntas, ni difuntas”

Estamos en pleno 2022 con la lucha social por la equidad de género a tope como para que permitamos que todavía se siga usando el dicho “mujeres juntas, ni difuntas”.

Y es ese el que corre en los pasillos del ayuntamiento y que dicen es el reflejo de la relación entre las mujeres priistas que conforman la administración de Eduardo Rivera Pérez.

Me refiero a Silvia Tanús, Karina Romero, Sandra Montalvo y Christian Guzmán.

Dicen que las cuatro están en plena pelea de reflectores y que su lucha es por encabezar y organizar los eventos de mujeres.

No se invitan entre ellas, repiten actividades y suben la mayor cantidad de fotos a redes sociales.

El grupo del presidente, al ver tal rebatinga, las convocó a toda la semana pasada para pedirles que mejoren su comunicación y trabajen en equipo.

Al revisar sus redes sociales veo colaboraciones entre algunas y, en efecto, algunas capacitaciones repetidas. Tal vez no exista tal competencia, puede que solo estén trabajando solas para abarcar más.