Envalentonados por haber logrado el veto a la Reforma Eléctrica, el PRI abrió su juego por el 2024, aunque todavía la elección está muy lejos.
Lo hizo este día en la sede del PRI municipal, en una rueda de prensa en la que estuvieron presentes todos los que hasta hoy aspiran por la candidatura a la alcaldía de Puebla.
Bien podrían aspirar por la gubernatura, pero parece que desde ya se han resignado a que ese espacio sea para el PAN en una alianza que se fortaleció el 17 de abril en la Tribuna de San Lázaro.
A nivel nacional ya se ha dictado un discurso. El primero es el de la defensa de la postura de la oposición y una condena por la “campaña negra” en contra de los diputados opositores.
El segundo, que vendrá en los próximos días es el de armar un discurso en contra de los diputados de Morena, uno similar al que John Ackerman publicó en su columna en El Universal.
Revivir el pasado de los neomorenistas será la estrategia.
En la rueda de prensa estuvieron todos los que, hasta ahora, aspiran a la presidencia municipal de Puebla.
Primero, el dirigente, Néstor Camarillo, quien fue el primero en levantar públicamente la mano para buscar la postulación.
Luego Lázaro Jiménez, el diputado federal poblano más cercano al líder nacional del PRI, Alejandro Moreno.
Jorge Estefan Chidiac también dijo en entrevista que es natural que él y cualquier priista tenga esa aspiración.
La diputada federal, Blanca Alcalá, también estuvo en el evento y, aunque ella no se ha destapado, los priistas saben que es una aspirante natural a la alcaldía de Puebla.
Faltan todavía muchos meses para la elección del 2024 en Puebla, en la que se renovará la gubernatura, los 217 municipios, las diputaciones locales, federales y el Senado.
La elección más importante.
El PRI y el pan está alentado por los bríos del bloqueo a la Reforma Eléctrica, ahora lo que necesitan es constancia y mantenerse unidos.
No la tienen fácil.
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