La mesa parece servida para que MORENA tenga un segundo periodo al frente del país. Hoy la atención de la opinión pública se centra en el morbo de quién será él o la nueva presidenta en función a los resultados de quien quede designada (o) en la elección interna de este movimiento ciudadano y de ahí lo que todos sabemos, lo demás será mero trámite.
Para retratar la situación que quiero compartir el día de hoy en este columna pienso irónicamente en el lenguaje futbolístico cuando se dice que se inicia el partido con un gol de vestidor para retratar el ambiente previo a la campaña por la Presidencia y el enorme desafío que tendrá la aparente oposición, que hasta el momento está lejos de ser la pinta de eso, al comienzo de sus campañas iniciando con un marcador no sólo de un gol en contra sino ¡ya de una goliza!
En charlas de café desde hace un par de años amigo lector le comparto que cuando hablo de este tema siempre el cuestionamiento era referente a lo que pasaba en los otros partidos, en la elección pasada el PRI y el PAN compitieron con lo mejor “que les quedaba”, con alternativas que simplemente se vieron grises frente a AMLO y desde ahí, ha existido un nulo trabajo para ser oposición construyendo a una figura que pudiera tener oportunidad para dar pelea a quien fuera designado (a) por Andrés Manuel López Obrador para continuar con su proyecto y que indudablemente sea quien fuera, iba a tener el apoyo por inercia de la mayoría de los votantes que lo llevó al poder.
En seis años la tarea no se hizo y no sólo no hay, ¡no habrá competidor!
La “oposición” tuvo un sexenio para preparar y empoderar una figura pública y política que fuera realmente competitiva y simplemente la tarea no se hizo. Los conflictos al interior de los partidos, la visión de tratar de mantener las gubernaturas y gobiernos locales no ha funcionado y MORENA se ha convertido en una fuerza política prácticamente invencible.
Lo que me hace mucho ruido es que el financiamiento de los partidos para ser inclusive oposición viene de nuestros impuestos y ¿de qué manera podemos pensar que la política en nuestro país debe tener el financiamiento que tiene cuando la supuesta oposición en prácticamente 6 años no ha trabajado para equilibrar la próxima contienda con proyectos serios y competitivos?
Los partidos se alistan sí, por el compromiso de participar no de ganar porque el objetivo es claro para ellos, mantener sus registros es ahora la prioridad.
Fórmulas puede haber muchas e inclusive increíbles ser profetizadas hace 12 años, con aparentes alianzas y demás acciones que se intentarán, todas ellas que tendrán de todo menos de la política que necesitamos para crecer como país y ante la inminente desbandada de cada vez más integrantes de estos partidos, MORENA ya puede cantar con seguridad una victoria adelantada y con calma definir quién será la encargada (o) de continuar el proyecto de AMLO, ¡Gracias a un buen gol de vestidor!
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