Un ciprés llamado Centralito

This is ten percent luck
Twenty percent skill
Fifteen percent concentrated power of will
Five percent pleasure
Fifty percent pain
And a hundred percent reason to remember the name.

Remember the name – Fort Minor

Escribo esto en los últimos minutos del lunes 24 de abril del 2023.

Hace una semana, Central Puebla estrenó imagen por su aniversario 11.

Y una semana después, Central Hidalgo vio la luz por fin, después de varios meses de planeación.

Y lo que para un periódico regional puede significar un verdadero sacrificio podría ser nada o algo meramente mínimo para el público lector.

Hay que admitirlo.

Los lectores de periódicos cada vez son menos.

Cada vez es más complicado atraer a los pocos lectores que quedan y generar confianza o lealtad entre el público es una batalla titánica para un periodista.

Porque ahora no solo se trata de que un reportero o trabajador de medios de comunicación tunda teclas, ahora no solo se expone cuando cubre alguna nota o llega a un sitio para una cobertura complicada.

Ahora la nota debe estar pensada en las necesidades del tráfico, debe ser rentable en la generación de visitas, debe de contar con elementos SEO, una imagen llamativa o un diseño espectacular, debe postearse en todas las redes, complementarse con elementos multimedia y encima debe de ser presentada por un medio con credibilidad. Y ya, una vez cumplidos todos esos elementos, quizá alguna persona llegue a verla. Ya no digo leerla.

La cadena de trabajo ya de por sí larga se vuelve acuciosa, detallada y ahora demasiado tecnificada.

No, no me quejo.

“Si no te gusta, no te rentes”, era una de las frases más duras que le escuché a Selene Ríos Andraca cuando, de periodista combativa, se convirtió en emprendedora de los medios de comunicación.

De eso ya se cumplieron 11 años en Central y el paso siguiente es la expansión.

Ahora, Central tiene un hermanito menor, dicho sin menoscabo. Se trata de Central Hidalgo.

Y el nuevo bebé nos ha tenido bien ocupados. Afortunadamente en mentes ocupadas no entran telarañas.

Primero con un diseño nuevo y además una mascota que siempre fue una idea en el tintero. Hoy ya recién materializada. Por fin.

Pero el Centralito nació como un árbol. Selene Ríos plantó a sugerencia de su hermano Arquímides un árbol afuera de su casa cuando nació Central. Y le puso el Centralito. Ese ciprés hoy es enorme y en sus raíces se desbordan suculentas.

Del árbol vino el nombre para la tribu que generó Selene Ríos. Ya van varias y varios Centralitos que emigraron de la oficina. Muchos se han vuelto exitosos profesionistas. Algunos de ellos vuelven seguido a saludar a la redacción. Vaya, unos de plano se han quedado de nuevo.

Y ahora la familia de Centralitos crece.

Así como ese ciprés indomable al frente de la casa que habitó Selene Ríos, su hijo no deja de crecer y no dejan de salirle ramas y proyectos e ideas.

¿Cómo le hace el equipo que genera Central y ahora genera Central Hidalgo?

Con mucho trabajo. Trabajo invaluable. No tenemos cómo pagar las horas de más en la redacción y horas de menos en el hogar. Así como suele ser de crudo y rudo el tiempo sin la familia, sin la pareja, suele ser igual o directamente proporcional lo gratificante.

Central ayer arrancó una nueva etapa y esperamos sea la primera semilla.

Esperamos un bosque de Centralitos.

Y esperamos lo mejor para el equipo que arranca en la tierra de los prismas basálticos, de los pueblos mineros, del bordado, del pulque, del paste y la barbacoa.

Hidalgo es más que los clichés, es tierra de gente orgullosa, es el estado de la capital bella airosa pero también está repleta de contrastes.

Así como pasó (y todavía pasa) con Puebla, Hidalgo ahora trae ese resabio a huachicol, hay zonas donde el crimen organizado manda, ciudades con los deshonrosos primeros lugares en contaminación nacional y por si fuera poco su capital también ya se enfrenta al fenómeno de la gentrificación.

Un expriista destronó al PRI ahora con los colores del rojo quemado. Y comenzó ya ese desmoronamiento en uno de los pocos estados donde todavía gobernaba el tricolor. Y la universidad pública también parece subsistir entre grupúsculos y mafias.

Suena fuerte pero esto es una ventaja para el periodismo.

Hay montones de historias que contar.

Sirvan estas líneas para ser la patadita de la suerte al equipo que ya dirige Bryan Rivera con el apoyo y la experiencia de uno de los mejores cuadros que ha tenido Central, David Arroyo.

Los nuevos Centralitos en Hidalgo son los reporteros Emmanuel Gamero, Fernanda Huerta y Rosie Bonilla. Y en las redes estará Danely González.

En breve podrán leer colaboradores y columnistas de distintos temas, desde la política hasta el estilo de vida.

Y si suena a mucho trabajo, créanme que lo es.

Escribo esto la ultimas horas del lunes 24 de abril con una sonrisa enorme.

Con un cansancio similar al que carga Dania Nájera, Yonadab Cabrera y Arquímides Ríos, pero con la satisfacción que implica plantar un nuevo Centralito en casa.

Un nuevo ciprés que también, con un poco de suerte pero con mucho trabajo, tendrá sus propias raíces y ramas enormes.

Que así sea.

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Edmundo Velázquez

Edmundo Velázquez

Es egresado de la carrera de Ciencias de la Comunicación por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y cursó la maestría en Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos...