La movilización de la semana pasada y el pleito que trae un grupo de trabajadores del Poder Judicial solamente ha afectado a la imagen de este poder del Estado.
El rostro que mostró Margarita Gayosso Ponce en la última reunión pública que presumieron en un boletín del Poder Judicial lo dijo todo.
Pareciera que por fin se dio cuenta o la hicieron darse cuenta, que el descontrol al interior de su feudo no es atribuible a nadie más que a ella y a su grupo en el poder.
Y que si los juzgados y las salas no funcionaban al día siguiente, sería un problema jurisdiccional, con todas las faltas administrativas atribuibles al grupo interesado en desestabilizar al Poder Judicial..
Aún así, repitió a sus lacayos de confianza la perorata de siempre, que todo es culpa del Consejo de la Judicatura y que ellos son los responsables de todo lo que ha pasado en el tribunal desde hace más de 20 años.
Fiel a su estilo, el 4 de mayo se presentó a sus oficinas alrededor de las 12:30 horas, como siempre, y se encerró a cuatro llaves, como siempre.
La noche anterior, para curarse en salud había enviado sendos mensajes a los Magistrados del Tribunal Superior de Justicia en donde les encargó no faltar a trabajar.
A los jueces les mandó un whatsapp amenazando para que “se presenten a trabajar mañana y ejerzan sus funciones jurisdiccionales.”
Margarita Gayosso ha encontrado el escenario actual, como el ideal para recuperar el control del Consejo de la Judicatura.
Después del movimiento de algunos trabajadores Margarita Gayosso se incorporó a regañadientes a la mesa de diálogo instalada entre representantes de los trabajadores y el Consejo de la Judicatura.
Ahí es donde se tomó la foto que ilustró el menor de los entusiasmos de la magistrada Gayosso.
Estuvo unos minutos y después salió con la excusa de “tener otras cosas que hacer”.
Ordenó un comunicado firmado por el pleno del Tribunal, pero no consultó mas que a unos cuantos magistrados.
Este lunes la magistrada Margarita Gayosso Ponce convocó a sesión extraordinaria a las 12:30 horas.
Ahí se exigirá la desaparición del Consejo de la Judicatura y la destitución de sus integrantes.
O por lo menos eso planea.
Pero, por otro lado, el Consejo de la Judicatura ha mostrado buscar soluciones y tener más disposición incluso en un conflicto que se nota más que armado.
El Consejo de la Judicatura escuchó incluso a los trabajadores que llevaban 20 años sin que nadie les hiciera caso.
Esos a los que nunca se refirió en ningún pleno la magistrada ni sus secuaces, esos a los que ellos han desdeñado durante décadas y a los que solo voltean a ver, cuando les tienen que ordenar alguna violación a la ley.
Por favor, que alguien le diga a este grupito que es hora de ver más allá de sus narices y de sumarse a la construcción de un tribunal moderno, al servicio de los que nunca han recibido justicia.
¿O qué esperarán?
¿Que los expongan desde la conferencia mañanera?
¿Qué pasará en el pleno convocado este lunes por Margarita Gayosso?
¿Cómo verán desde Casa Aguayo el descontrol generado desde las filas de la Vieja Guardia del Tribunal?
Las respuestas vendrán pronto.
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