Cuando se nombra la palabra “esclavos”, en el imaginario colectivo se cree que esta condición es sólo aplicable a los tiempos de la antigua Roma o personas de origen africano que laboraron en los cultivos del sur de Estados Unidos (Siglo XIX), aunque lamentablemente, el comercio de esclavos sigue siendo un negocio muy redituable. Sólo que ahora se maneja con otros nombres o subcategorías.
Es triste reconocer que en pleno siglo XXI, la esclavitud es un “negocio o industria” que genera muchas ganancias.
Según datos de la Organización Internacional del trabajo (OIT), existen en el mundo casi 40 millones de personas (el equivalente a toda la población de Argentina), que han estado sometidas a la esclavitud moderna. Esta cifra incluye 25 millones en trabajo forzoso y 16 millones en matrimonio forzoso, además una de cada cuatro víctimas de la esclavitud moderna son niños; de todo esto, casi 5 millones de personas son víctimas de la explotación sexual forzosa. Las industrias pornográficas y de prostitución concentran a la mayor parte de las mujeres que son explotadas sexualmente en todo el mundo; el fenómeno genera anualmente más de 150 mil millones de dólares en beneficios ilegales. Estas cifras no pueden ser “digeridas” con facilidad y es terrible saber que cada año esta cifra aumenta.
La esclavitud actual tiene sus variantes, pues también existen los “semiesclavos”, ya que muchas veces se asume que, al recibir algún tipo de pago, la persona ya no caería en esta categoría, pero entonces como podemos considerar a una persona que está limitada a una sola área sin poder trasladarse a ningún lado, aunque reciba comida, ¿le suena exagerado?, porque hace apenas unos días, una mujer estadounidense se declaró culpable de aplicar “esclavitud moderna” a trabajadores mexicanos, donde de acuerdo con las investigaciones, la mujer declaró que tanto ella como sus coconspiradores habrían violentado a los empleados confiscando sus pasaportes, sometiéndolos a condiciones de vida hacinada, insalubre y degradante; aislándolos y limitando su interacción con el exterior (Contadora estadounidense se declaró culpable de aplicar “esclavitud moderna” a trabajadores mexicanos – Infobae).
Otras formas de la esclavitud son más difíciles de asimilar, pero tienen similitudes en el trato, consideremos por ejemplo a las reinas de belleza (nacional o internacional), una vez que inicia el “reinado” de la ganadora (durante un año), esta no puede ir donde le plazca, debe vestir lo que le pidan, deberá mantenerse esbelta, hacer comerciales para sus patrocinadores, desfiles, etcétera, sea como sea, es “vendida y ofrecida” como un objeto ¡aunque sea con lujos!
Similar pasa con los deportistas de varias disciplinas (futbol soccer, futbol americano y beisbol entre otros), son “vendidos”, prestados y cuando pierden su fuerza son desechados, la mayoría de las veces sin liquidación. Faltaría mencionar otros ejemplos, tales como ciertos grupos de actores o cantantes, ¿se ha enterado alguna vez de cómo es el “contrato” de trabajo para algunos de ellos? (Contrato de esclavo – LOS CONTRATOS EN EL K-POP ¡¡TIENES QUE SABER ESTO!! (YOUNG MI) – YouTube).
Retornando a la forma de esclavitud moderna más trágica (5 EJEMPLOS DE LO QUE ES LA ESCLAVITUD MODERNA – YouTube), es decir, la relacionada a trabajos forzosos, el turismo sexual o soldados involuntarios; no pudo haberse expandido sin la complicidad de varios miembros la clase política, ya sea por omisión deliberada o simplemente porque existen lazos de “negocios”, con las mafias que trafican con personas.
Hasta el momento, nuestro país ya está iniciando esfuerzos para disminuir esta problemática, donde la senadora Olga Sánchez Cordero exhortó a mejorar el marco legal para combatir el tráfico humano en el país y garantizar justicia a las víctimas, esperemos reciba todo el apoyo, nuestro país “grita” por justicia. (Trata de personas, esclavitud moderna; Sánchez Cordero – Reporte Índigo)
El Diálogo de hoy: – Fragmento del Alegato de Quincy Adams en el juicio del barco “Amistad” – 1841 –
“Es la libertad. La libertad. Prueba de ello es hasta dónde puede llegar un hombre, una mujer, un niño para recuperarla. Romperán todas sus cadenas, diezmarán a sus enemigos. Lo harán una vez, y otra… y otra…, contra todo evento, todos los prejuicios para regresar a su hogar”. (https://www.ersilias.com/alegato-de-john-quincy-adams/).
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