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Una vida sin violencia, fue el principal clamor de las poblanas que salieron a las calles para marchar este 8M en conmemoración del Día Internacional de la Mujer. 

En la capital poblana hubo más de siete movilizaciones, unas convocadas por universitarias, otras por feministas radicales y unas más por mujeres diversas. Todas con un mismo objetivo, pedir justicia, equidad de género y una vida libre de violencia.  

“Queremos una vida sin violencia”, claman las poblanas en la marcha del 8M
Marcha del 8 de Marzo en calles del Centro Histórico de Puebla. Creditos: Agencia Enfoque

La primera movilización fue convocada por el Colectivo Voz de los Desaparecidos, en la que madres, padres, familiares y amigos de personas desaparecidas, exigieron a las autoridades estatales agilizar su búsqueda.  

Alrededor del mediodía, en Ciudad Universitaria, las estudiantes de la BUAP hicieron un plantón en el que también participaron maestras y administrativas que denunciaron la violencia de género que viven. Partieron de este punto al zócalo y al Paseo Bravo.  

Más tarde, un grupo de trabajadoras sexuales arribaron a la plancha del zócalo de Puebla, para exigir la legalización del trabajo sexual en Puebla. 

“Queremos una vida sin violencia”, claman las poblanas en la marcha del 8M
Mujeres Marchando en la ciudad de Puebla. Creditos: Agencia Enfoque

El Frente Radical Feminista se reunió en la Fiscalía General del Estado (FGE). Ahí mujeres y adolescentes se unieron a la marcha del 8M que culminó en el Congreso de Puebla.  

Por su paso en varias calles de Puebla, dejaron monumentos pintados, paraderos del sistema RUTA destrozados, cristalazos en dependencias estatales y pintas en Catedral y Zócalo.  

En esta movilización muchas mujeres buscaron la forma de trepar los barandales de Catedral y colocar en las estatuas de ángeles algunos pañuelos verdes o morados.  

“Queremos una vida sin violencia”, claman las poblanas en la marcha del 8M
Contingente frente al Palacio Municipal de Puebla. Creditos: Agencia Enfoque

También, frente a la Catedral, hicieron un círculo de apertura para exponer los hechos de violencia de género que han vivido acompañando a cada mujer con un “¡No estás sola!”. 

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En este punto, un grupo de católicos resguardó las entradas para evitar que fueran atacadas por feministas. Y con rezos, quisieron frenar el paso de las mujeres, pero no lo lograron. 

Contingentes de Cecilia Monzón y Paulina Camargo se hicieron presentes  

Alrededor de las 5 de la tarde, más mujeres comenzaron a congregarse en las inmediaciones del Paseo Bravo para unirse a la marcha del 8M que terminaría en la Fiscalía de Puebla.  

Este contingente fue encabezado por familias y amigos de víctimas de feminicidio como Paulina Camargo y Cecilia Monzón. Al unísono de “!Justicia! ¡Justicia!”, comenzaron a avanzar sobre la Avenida Reforma.  

Además a esta movilización se sumó la diputada local, Mónica Silva Ruiz que acompañada de su hija, marcharon junto al contingente. 

“Queremos una vida sin violencia”, claman las poblanas en la marcha del 8M
Mónica Silva Ruiz, diputada local, acompañada de su hija. Creditos: Agencia Enfoque

Y entre las consignas también se escuchó “Los niños no, los niños no se tocan” para exigir una vida libre de violencia para las infancias.  

A su llegada a la Fiscalía, las mujeres que acompañaban la marcha del 8M realizaron un pase de lista por las asesinadas durante 2023 y 2022. Entre los nombres estuvo Cecilia N., Felicitas N., María Eugenia N., entre otras.  

Posteriormente, comenzaron a realizar danzas prehispánicas y prendieron una fogata para que alrededor compartieran las agresiones de las que han sido víctimas. 

Este 8 de marzo las mujeres no tuvieron miedo de salir a la calle. Las poblanas clamaron por una vida libre de violencia, por salir solas, de salir con vestido o faldas. 

Este 8 de marzo no tuvieron miedo de exponer a su agresor, de denunciar la inequidad que viven, de hablar sobre su pasado o de aquella violación. 

Hoy las mujeres, adolescentes y niñas no tuvieron miedo de ser mujeres, solo exigieron a gritos vivir libres de violencia. Este 8 de marzo las mujeres, con una marcha del 8M, tomaron las calles de Puebla para demostrar que no son el sexo débil.  

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