Cerca del Mercado de El Parral en Puebla hay una panadería, que además de pasar como miscelánea y vender diversos productos como botanas, también cuenta con una cantina discretamente colocada al fondo del establecimiento.
Además de no contar con los permisos para funcionar como bar, esta panadería vende alcohol a menores de edad de las escuelas cercanas a la zona del Paseo Bravo y El Parral en el centro de Puebla.
La cantina disfrazada de panadería opera en la calle 9 Poniente, en el número 906, cerca del Mercado de El Parral.
El nombre comercial del negocio es panadería y pastelería “La Rosa”, donde además de vender diversos postres, tiene estantes de botanas y demás productos chatarra.
En un recorrido realizado por este diario digital, se logró ver al entrar la barra donde despachan y cobran. Pero del lado izquierdo al fondo hay una cantina habilitada con todo tipo de licores y vinos.
Este local es conocido por la venta de bebidas alcohólicas que van desde cerveza en lata o botella y hasta cocteles preparados y las famosas micheladas. Que usualmente son comercializadas en sitios donde no cuentan con los permisos.
Adolescentes de varias escuelas cerca de El Parral, los clientes
Cerca de este local, “La Rosa”, hay varias escuelas como la Normal Superior, el Instituto Norteamericano. Y del lado del Paseo Bravo está la Escuela Hermanos Serdán, justo en frente está la Escuela de Turismo Roberto Cañedo.
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Debido a su ubicación privilegiada entre tantos centros escolares, el éxito del local ha perdurado y de micheladas pasó a ser un bar frecuentado por los menores de edad.
El espacio donde se venden las bebidas alcohólicas ya tiene una barra, mesas y sillas para quienes gusten tomarse sus bebidas en el local lo puedan hacer, otros prefieren pedirlas para llevar.
El dependiente de la tienda no pide credencial de elector para la venta de bebidas alcohólicas. Aunque haya menores de edad o sean evidentemente alumnos de las escuelas vecinas.
Una segunda tienda hace la competencia en El Parral
Pero no solo la panadería “La Rosa” está haciendo negocio de la venta de bebidas clandestinas. También está la miscelánea “Jes”, que unos metros antes, casi llegando a la 11 Sur, se ha vuelto un punto de venta para menores de edad.
Por una reja les pasan a los jóvenes estudiantes cervezas o caguamas y les piden que se las lleven a discreción.
Después de hacer sus compras de alcohol, los jóvenes se van al Paseo Bravo y ahí se toman las bebidas que compraron.
Vecinos de la zona se han dado cuenta de esta situación, pero no se han atrevido a denunciar. Pero lo que les llama la atención es que son menores de edad los que acuden diariamente saliendo de la escuela a comprar sus cervezas.
Ayer CENTRAL informó que, las estructuras metálicas conocidas como “jaulas” en Unidades Habitacionales que tienen el objetivo de resguardar los vehículos de la delincuencia. Ahora albergan bares clandestinos completamente ilegales.
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