Un aroma fétido y penetrante. El hedor en el ambiente es lo primero que notas al llegar a Lomas de San Jerónimo, una pequeña colonia ubicada a un costado del Rastro Municipal de Puebla. Con resignación, los vecinos se han acostumbrado al olor de los desechos que circulan por sus coladeras y por una pequeña barranca.
Lo externan los adultos mayores, cuya cantidad se estima en 150 habitantes, según el portal DataMarket. Esta misma página, señala que son cerca de tres mil personas las que habitan en San Jerónimo, mil 500 de ellos con menos de 29 años de edad. En total, tres mil personas diariamente se exponen a los problemas de salud y ambientales, que genera la peste de los desechos cárnicos.
Hay gente que lleva más de 30 años soportando el hedor de Lomas de San Jerónimo, siendo de las familias fundacionales de la colonia. Es más, dicho aroma es parte del ambiente y su perfume o loción de todos los días, pues se impregna hasta en la piel.
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Y con los años, su vida ha transcurrido entre el olor de la carne, de la sangre, y sus constantes intentos por frenar la situación.
Los vecinos aseguran que el aroma es más potente durante los días calurosos. Explican que el sol evapora el agua de la pequeña barranca por donde corren los desperdicios. Los desechos pasan por el estrecho pasaje de la barranca, repleto de hierba, debido a que uno de los ductos del rastro desemboca ahí, haciendo más insoportable el aroma. Solo la lluvia permite que aminore.
Incluso, destacan que la hierba alta y el acumulamiento de escombros en un extremo de la barranca, ha provocado que los perros se concentren para comer desechos de víscera o sangre, como si se tratara de una escena de la Sabana Africana cuando las hienas o los leones se acercan a devorar a sus presas.
Pero el daño a la salud también se debe al tufo que emerge de las coladeras de los hogares, por donde también se filtra el inconfundible olor de la sangre. Los vecinos aseguran que, incluso, a la ropa ya no se le puede arrancar el olor.
Coinciden en que esta situación se debe a que la tubería del Rastro Municipal de Puebla conecta con la de los hogares, mezclando ambas suciedades. Por ello, la importancia de lograr que los desechos del rastro desemboquen en otro sitio. Sobre todo porque esta situación ha provocado enfermedades respiratorias en la comunidad, entre otros malestares, a lo largo de las décadas.
Dolor de cabeza, ardor de ojos, vómito. Los niños, por ejemplo, en mi caso, tengo una bisnieta de diez meses. Ahorita ya la llevan al doctor como cuatro veces al mes. Es como una alergia la que tiene”, dice una de las habitantes.
20 años de indiferencia
Joaquín Cruz Cruz, miembro del Consejo de Participación Ciudadana de Lomas de San Jerónimo, destaca que los desechos no solo son del Rastro Municipal de Puebla, sino también de las proveedoras de carne que están en las inmediaciones.
Han exigido una solución a las pasadas administraciones. Incluso, han externado el problema en cada campaña electoral, cuando los candidatos visitan el barrio. Para ganar su voto, les aseguran que intervendrán, pero “no regresan”.
Como todos los candidatos que han visitado nuestro barrio, siempre han venido y han dicho: habrá suficientes obras, suficiente seguridad. Son puras promesas, como todos”, expresa el señor.
Desde 2002, en la administración de Luis Paredes Moctezuma, Joaquín Cruz y otros representantes de San Jerónimo, han presentado múltiples oficios al Ayuntamiento de Puebla. Más de cinco de estas solicitudes, fueron entregadas al gobierno municipal del priista Enrique Doger Guerrero, entre 2005 y 2008.
En todas ellas, piden “darle solución al problema de los desechos del Rastro Municipal que corren por la barranca que se encuentra a un lado de las viviendas”, mediante la instalación del entubamiento especial.
Delegan tratamiento de residuos en el Rastro Municipal de Puebla
Industrial de Abasto Puebla reconoce que ellos están obligados a cumplir “con un adecuado manejo de los residuos generados por los Procesos de Sacrificio de Ganado”, atendiendo las normas NOM-194-SSA1-2004 y NOM-009-ZOO-1994, informaron en una solicitud de transparencia hecha por CENTRAL.
Las consecuencias de no contar con este servicio involucran problemas ambientales, es por ello por lo que es necesario dicho servicio para el manejo y adecuada disposición, asegurando el destino final de estos desechos, evitando así ser fuente de contaminación ambiental”, precisa la respuesta.
Sin embargo, las autoridades del Rastro aseguran que no son responsables directos del desecho de los residuos. Pues tienen contratada a una empresa externa que maneja y transporta los esquilmos, es decir, las vísceras, sangre, pelo, pezuñas, lodos y demás producto cárnico no apto para el consumo humano.
Por ello, el Rastro Municipal de Puebla “no cuenta con anfiteatro, horno de incineración o planta de rendimiento” para el manejo de los desechos. Pese a que este equipo es exigido dentro del Código Reglamentario Municipal (Coremun).
Registran fallas en tratamiento de producto cárnico
Del 1 de enero del 2008 al 26 de agosto del 2022, se realizaron 67 supervisiones al Rastro Municipal de Puebla para revisar sus condiciones. En un informe compartido del 2016, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), indicó que no funcionaba el difusor de la cámara de vísceras rojas, “por lo que el establecimiento mantiene las vísceras rojas dentro de tambos con bolsas de hielo”.
A su vez, no funcionaban correctamente el termómetro de las cámaras canaleras y de vísceras verdes. Estas situaciones, generaban un mayor desperdicio de producto.
Al exterior del rastro, se identificó que la cisterna de toma de agua “carece de limpieza en su interior, ya que se observa restos de moho, así como la falta de mantenimiento”, destacó el informe.
De igual manera, ese año el techo de la cámara de refrigeración estuvo sucio. “El establecimiento no lleva los registros de las limpiezas que han realizado”. En todos los casos, Industrial de Abasto respondió que harían las reparaciones para seguir con el funcionamiento.
Ante esta situación, los vecinos de Lomas de San Gerónimo hacen un llamado al Ayuntamiento de Puebla y al gobierno estatal para entubar la barranca y evitar que la colonia se siga contaminando con desechos cárnicos. “Que nos hagan caso, porque una cosa es que ellos no vivan acá y no sientan lo que uno siente”.
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