Tragedias

VIDEO: Este es el testimonio del soldado torturado por órdenes del exinspector de la GN en Puebla

El testimonio del soldado incrimina al ex inspector  - Diseño: Sam Navarrete

El pasado 11 de agosto PÁGINA NEGRA publicó que Bernardo Reginaldo Reyes Herrera, el exInspector de la Guardia Nacional en Puebla fue denunciado ante la FGR y la Fiscalía de Justicia Militar por actos de tortura. Este medio logró ubicar a la víctima, quien concedió una entrevista para relatar cómo lo amenazaron, golpearon y tuvieron incomunicado. Aquí te la presentamos. 

Por Magarely Hernández / @magarelyhl

/ Ciudad de Puebla

El 29 de mayo de 2020 el soldado Jorge N., presentó una queja vía telefónica ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por las condiciones inhumanas en las que lo tenían a él y decenas de militares de la 25 Zona Militar que dieron positivo al coronavirus. Ahí comenzó su martirio. El General Brigadier DEM de la 6ta Brigada de la Policía Militar (PM) y en ese momento Inspector de la Guardia Nacional en Puebla (GN), Bernardo Reginaldo Reyes Herrera le advirtió que lo iba “a chingar” por quejarse. Esa misma noche ordenó su tortura.

El 2 de junio, el Teniente Coronel Cruz Guzmán le dijo que lo iban a llevar a otra zona para que estuviera en mejores condiciones y le ordenó que tomara sus cosas y subiera a una ambulancia, pero todo se trató de un engaño. Jorge fue trasladado a un lugar lejano dentro del mismo campo militar donde, curiosamente, no había soldados en las casetas de vigilancia. Ahí lo golpearon y sometieron hasta dejarlo inconsciente.

El pasado 11 de agosto PÁGINA NEGRA publicó que Bernardo Reginaldo Reyes Herrera fue denunciado ante la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía General de Justicia Militar (FGJM) por actos de tortura. Pese a esto, fue ascendido y enviado como Inspector a Tamaulipas.

Este medio digital logró ubicar al militar que lo denunció y concedió una entrevista para narrar lo ocurrido.

VER: Exjefe de la GN en Puebla fue denunciado ante la FGR y CNDH por actos de tortura

Jorge presentó la queja ante la CNDH porque él y decenas de compañeros que dieron positivo a covid-19 estuvieron durante varios días en condiciones inhumanas. Los aislaron en una zona boscosa de la 25 Zona Militar que fue acordonada con cinta amarilla, la cual no podían pasar porque, además, eran vigilados las 24 horas por compañeros armados.

Pese a que varios de los contagiados estuvieron graves, nunca recibieron atención médica. Además, la comida que les daban estaba echada a perder y se las servían en la mano. En una ocasión, les dieron pastel en un pedazo de cartón. Durante varios días no tuvieron lugar para hacer sus necesidades fisiológicas y después les habilitaron baños, a los cuales se les desprendían las puertas.

En un video en poder de este medio, un Mayor enfrenta y reclama a un Cabo cocinero porque un día antes les fueron a tirar la comida y el pozole que les dieron no tenía granos de maíz. “Vamos a grabar las condiciones en las que estamos comiendo y están proporcionado el servicio. Lo mío déjalo ahí. Yo lo tomo”.

Sin embargo, Jorge explicó que, para ese momento, ya había presentado la queja y enviaron a inspectores para confirmar la situación en la que los tenían. Por ello, en el video los alimentos son servidos con cuidado y en un plato desechable.

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“Te voy a chingar”, le advirtió el General antes de torturarlo

El 2 de junio, el Teniente Coronel Cruz Guzmán llegó al lugar de aislamiento y preguntó: ¿quién se quejó ante Derechos Humanos? Jorge, seguro de que ya sabían que él había sido, se levantó y dijo: “yo, mi teniente”.

En ese momento le dijeron que el General quería hablar con él y lo enlazaron vía telefónica. Reyes Herrera estaba en altavoz y todos los presentes escucharon cuando le dijo: “te voy a chingar. Te voy a poner antecedentes y sé que vives aquí, en la Unidad Habitacional”.

Sin embargo, desde el momento en el que le dijeron que el General quería hablar con él, Jorge sospechó que algo malo podía pasar. Para su fortuna, grabó con su celular todas las amenazas que recibió.

Después, el Teniente Coronel se percató de la grabación e intentó quitarle el celular, pero él se escondió en los baños y de inmediato mandó el audio a su esposa y al contacto de la CNDH. “Al que me traiga el celular le doy lo que quiera”, dijo el mando antes de retirarse.

La noche de ese mismo 2 de junio, el Teniente Coronel llegó y le pidió a Jorge que tomara todas sus cosas porque por la queja que presentó iba a ser trasladado a otro lugar para estar en mejores condiciones.

Luego le pidieron que subiera a una ambulancia, la cual era manejada por un Sargento y como copiloto viajaba un Subteniente de Sanidad. Cruz Guzmán no se subió, pero ordenó el camino que debía seguir la ambulancia.

Lo llevaron a un lugar lejano, donde los soldados que debían estar en la caseta de vigilancia desaparecieron. Aproximadamente seis cuadras después, Jorge vio a dos personas vestidas de blanco con el rostro cubierto. La ambulancia redujo la velocidad y uno de estos hombres intentó abrir la puerta. En ese momento él vio que se trataba del Teniente Vázquez, un oficial de Contrainteligencia cercano al General.

Jorge fue severamente golpeado. Recuerda que gritaba para pedir auxilio, pero nadie lo ayudó. Después quedó inconsciente y cuando retomó el conocimiento ya estaba en la Célula de Sanidad. Los médicos de ese lugar dijeron que iba muy mal y tenía que ser llevado al Hospital Militar, pero el Inspector de la GN dio la orden de que no lo llevaran.

En ese momento, el militar pidió un celular prestado y llamó por teléfono a su esposa para contarle que había sido golpeado. Le ordenó que se presentará a la 25 Zona Militar y dijera que no lo querían atender. Esa fue la última vez que pudo comunicarse con ella.

El Subteniente de Sanidad y los médicos se opusieron a dicha orden y lo trasladaron para que recibiera atención. Ahí llegó el Ministerio Público de la FGJM para tomar conocimiento de los hechos y Jorge comenzó con el proceso legal. Su celular de inmediato quedó en cadena de custodia.

El diagnóstico de Jorge fue esguince cervical y síndrome radicular lumbar L5-S1 derecho. También presentó contusiones en todo el cuerpo. Al salir del hospital fue enviado a otro cuarto al cual llegó Bernardo Reginaldo Reyes Herrera. El General le reclamó por haberle avisado a su esposa y después lo amenazó diciéndole que podía hacer uso de su arma en cualquier momento y no pasaba nada.

En este lugar, el militar permaneció incomunicado varios días hasta que su esposa buscó a una abogada y se interpuso un juicio de amparo.

Presenta denuncias, pero se quedan estancadas

El Juicio de Amparo 326/2020 promovido ante el Poder Judicial de la Federación ordenó que, a partir del 11 de junio, “se decreta de oficio y de plano, la suspensión de los actos reclamados consistentes en la incomunicación, tortura, malos tratos o sanciones corporales (…) para el efecto de que dichos actos cesen de manera inmediata como medida para evitar la consumación de los mismos”.

En ese momento, a Jorge se le permitió realizar llamadas y pudo ver a su familia.

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Asistido por sus abogados, la víctima presentó la denuncia ante la Fiscalía General de la República por los delitos de abuso de autoridad, lesiones, amenazas y lo que resultara en contra de Bernardo Reginaldo Reyes Herrera y otras personas que resulten responsables.

Como parte de las diligencias se aplicó el Protocolo de Estambul para acreditar la tortura y se tomaron las declaraciones de todos los testigos, tanto de los que viajaban en la ambulancia como los que escucharon cuando Jorge fue amenazado. También se comprobó que la voz de la grabación correspondía al Inspector de la GN.

Sin embargo, el pasado 3 de marzo, la FGR se declaró incompetente para seguir con la investigación y la dejó en manos de la Fiscalía de Justicia Militar. La CI/FGJM/254/05-2020 desde ese entonces está detenida y no ha sido judicializada.

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El Ministerio Público argumenta que la demora se debe a que la FGR no ha entregado los periciales que realizó, entre ellos los resultados del Protocolo de Estambul. Ante la falta de avances, el pasado 17 de mayo la víctima promovió un Amparo Indirecto dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador y al secretario de la Defensa Nacional Luis Cresencio Sandoval González para exigir justicia y medidas de protección tanto para él como su familia.

Pese a todo esto, el principal responsable fue ascendido y enviado a Tamaulipas mientras que en la 25 Zona Militar los mandos medios que también participaron fueron protegidos y hasta condecorados por su ardua labor.

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Hasta la fecha Jorge está incapacitado porque la lesión en sus cervicales le impide portar armas, usar su uniforme, realizar actividades físicas y actividades de adiestramiento. Los médicos le informaron que tiene que ser intervenido quirúrgicamente, pero no ha sido programado por la pandemia.

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