Crimen y Castigo

Exjefe de la GN en Puebla fue denunciado ante la FGR y CNDH por actos de tortura

El señalado es Bernardo Reginaldo Reyes, General Brigadier DEM. - Diseño: Sam Navarrete

La queja ante la CNDH fue interpuesta el 29 de mayo de 2020, tanto la Fiscalía Militar como la FGR tomaron conocimiento del caso y abrieron las carpetas de investigación correspondientes; pese a esto, el comandante Bernardo Reginaldo Reyes Herrera fue ascendido y enviado a Tamaulipas

Por Magarely Hernández / @magarelyhl

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El General Brigadier DEM, Bernardo Reginaldo Reyes Herrera fue denunciado por actos de tortura cuando se desempeñaba como Inspector General de la Guardia Nacional (GN) en Puebla.

Del caso, tomaron conocimiento la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Fiscalía General de Justicia Militar y la Fiscalía General de la República (FGR). Todas las dependencias acreditaron que la víctima fue torturada y amenazada; sin embargo, en abril pasado Reyes Herrera fue enviado a Tamaulipas tras ser nombrado nuevo Inspector de dicho estado.

Fuentes detallaron a PÁGINA NEGRA que fue el 29 de mayo de 2020 cuando la CNDH inició las investigaciones correspondientes bajo los números de folio 42960 y 42993 por la queja que presentó un militar contra el Inspector de la Guardia Nacional en Puebla debido a diversos actos de tortura.

Esta queja derivó de las condiciones inhumanas en las cuales se encontraban los militares que dieron positivo a coronavirus luego que en el primer pico de contagios, todos los uniformados que se encontraban en las distintas bases del estado fueron trasladados a las instalaciones de la 25 Zona Militar.

En total, cerca de 700 militares regresaron de sus bases, pero el espacio que se les designó tenía capacidad sólo para 300 y ahí comenzaron los contagios. En lo que respecta a la 6ta Brigada de la Policía Militar, 29 uniformados se infectaron. Entre ellos se encontraba un oficial y un mayor.

Todos los militares que dieron positivo a coronavirus fueron aislados en una especie de bodega que se encontraba en el área boscosa de la 25 Zona Militar.

Sin embargo, fueron resguardados por sus propios compañeros, quienes se encontraban armados. Además, nunca recibieron atención médica, no tenían un lugar adecuado para sus necesidades fisiológicas, la comida que les daban estaba echada a perder y se las servían en la mano o en un pedazo de cartón.

Todo lo anterior provocó que uno de los militares que se encontraba en esta situación presentara una queja ante la CNDH. A decir de las fuentes consultadas, inspectores de esta comisión arribaron al lugar y confirmaron lo dicho por el quejoso.

Cuando Bernardo Reginaldo Reyes Herrera supo qué militar había presentado la queja, se comunicó por teléfono con él para amenazarlo. La información proporcionada a este medio asegura que hubo testigos de las amenazas y la víctima grabó toda la conversación.

La noche del 2 de junio de ese mismo año un Teniente Coronel llegó al área de aislamiento y le dijo al militar que presentó la queja que sería trasladado a otro lugar. Sin embargo, lo subieron a una ambulancia y dentro de la misma 25 Zona Militar fue golpeado y torturado. Posteriormente, fue enviado al Hospital Militar y durante varios días permaneció incomunicado.

La víctima dio parte a la Fiscalía Militar y responsabilizó directamente al Inspector de la Guardia Nacional por lo ocurrido. Las fuentes aseguran que las autoridades, incluso, se llevaron su celular bajo cadena de custodia para extraer y analizar la grabación de las amenazas que recibió antes de ser torturado.

Ante la falta de acciones, el militar decidió presentar otra denuncia, pero ahora ante la Fiscalía General de la República (FGR), dependencia que también integró la carpeta de investigación y desarrolló diversos periciales para acreditar la tortura. Sin embargo, después de un tiempo se declaró incompetente y turnó el expediente a la Fiscalía Militar.

Actualmente, la investigación se encuentra detenida pero en abril pasado, supuestamente como parte de la rotación de mandos, Reyes Herrera fue ascendido y enviado a Tamaulipas, pese a que el propio secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, tiene conocimiento del caso. Las fuentes mencionaron que el militar que lo denunció sigue activo, pero se desconoce cuál es su situación actual o estado de salud.

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