El mal olor, la falta de espacio para la venta y la precariedad de los servicios públicos como el agua, luz y drenaje, además de la rapiña de animales, son los problemas a los que se enfrentan cientos de locatarios del Mercado Amalucan que trabajan en el centro de abasto temporal, habilitado por la Secretaría de Gobernación del Ayuntamiento de Puebla.
Esto ha obligado a cinco locatarios a regresar a sus espacios al interior del mercado, si esa decisión se propaga, la administración municipal tendrá que implementar una nueva estrategia para sacarlos en cuanto empiece la obra.
Este lunes, CENTRAL realizó un recorrido por el mercado y constató que algunos locatarios han abandonado las carpas instaladas por la Segom, bajo el puente de Amalucan, regresando a la comodidad de su local, en las instalaciones del centro de abasto, pues en el lugar gozan de amplitud, luz y la llegada de poca clientela que se detiene en algunos puestos buscando mercancía.
Otros más se mantienen a la espera, trabajan con incertidumbre y a regañadientes en las carpas. Si no logran ver algún cambio favorable, consideran la posibilidad de regresar a sus áreas de trabajo originales, pues no están dispuestos a trabajar en esa situación durante más de siete meses y podrían regresar al mercado.
Y es que ellos consideran que han hecho muchos sacrificios abandonando sus locales con más de 40 años de historia, y mientras sufren las inclemencias del trabajo en la vía pública, un veintenar de locales de aquellos que se rehúsan a las obras siguen habilitados, aprovechando su espacio y las instalaciones del mercado.
La inconformidad crece desde el pasado 24 de marzo, cuando un centenar de locatarios a favor de las obras de remodelación comenzaron a bajar su mercancía y a trabajar debajo del puente de Amalucan; sin embargo, a tres semanas de su traslado, el desespero se apoderó de ellos y exigen que la Sedatu comience con las obras, ya que no han visto ningún avance y varios locales al interior del mercado siguen ocupados.
Los locatarios aseguran que trabajar el mercado temporal es incómodo, pues el espacio que tiene cada comerciante para ofrecer sus productos se limita a una carpa de dos metros cuadrados en donde apenas cabe un cuarto de la mercancía que tienen a la venta.
Recriminan que el Ayuntamiento de Puebla consideró las necesidades de cada local ya que al permanecer todos revueltos, las zonas húmedas como las carnicerías, pescaderías y pollerías, generar un olor constante entre las carpas y la falta de ventilación provoca malestar entre los comerciantes y clientes.
Silvia es dueña de una carnicería, su puesto se encuentra entre una pescadería y una ferretería. Su inconformidad es que no tiene una fuente de agua cercana para limpiar constantemente el espacio que le fue asignado, pues el tanque de agua que le ofrecen a los comerciantes se encuentra lejos de su negocio y, para acarrear agua, el único acceso que tienen es el pasillo central.
En el recorrido observamos que la entrada para el centro de abasto temporal no es limitada: en al menos media hora se juntaron más de 200 personas en un pasillo de dos metros de ancho, y este debe ser compartido entre locatarios, compradores y proveedores.
Aunado a esto, las carpas vinotinto en donde trabajan los comerciantes se encuentran enjauladas para evitar la rapiña de animales, esto luego de que una pollería sufriera el atraco de un perro callejero que logró sacar pedazos de pollo fresco. Por ello, fue solicitada la malla.
Estas inconformidades provocaron que la mañana de este lunes19 de abril, una veintena de locatarios a favor de la remodelación, se manifestaron para exigir el inicio de las obras de remodelación en este centro de abasto.
Este proyecto, anunciado por la Sedatu, tendrá una inversión de 75 millones de pesos. Consiste en la demolición del Mercado, la reparación completa de la techumbre, que será reemplazado por un mecanismo nuevo para dotar de iluminación natural a los comerciantes; además se rehabilitarán los locales y espacios comunes de las instalaciones del mercado.
Esta intervención forma parte del paquete de obras que impulsa la federación en Puebla, entre ellas, la remodelación del Zócalo de Puebla y recuperar la zona donde se encuentra ubicada la Planta Hidroeléctrica Carmela y el parque del Barrio México 83.
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Los comerciantes se dividen entre un grupo a favor y otro en contra pues han expresado que los planteamientos de la Sedatu para la intervención han generado debate entre aquellos que si quieren un nuevo mercado y los que defienden el único patrimonio que tienen.
VER: A favor y en contra, los puntos sobre la remodelación del Mercado Amalucan