Tragedias

2020: El año de la crisis por negligencia en el IMSS La Margarita de Puebla

- Foto: Especial

El hospital padecía hacinamiento y falta de equipo desde 2017, cuando desapareció San Alejandro; sin embargo, la pandemia solo empeoró la situación y no hay presupuesto asignado por la federación para la construcción de un nuevo hospital

Por Magarely Hernández / @magarelyhl

/ Puebla, Puebla
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El hacinamiento, la falta de equipo y personal que padecen los trabajadores del Hospital General de Zona No. 20 mejor conocido como La Margarita, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), comenzó hace tres años, cuando los daños causados por el sismo del 19 de septiembre de 2017 provocaron que el Hospital General Regional de San Alejandro desapareciera.

El coronavirus solo llegó a multiplicar las deficiencias de este hospital; cobró la vida de muchos trabajadores, exhibió el nulo apoyo de los jefes, la corrupción en el sindicato y, como si esto no fuera suficiente, se desencadenó una ola de muertes en recién nacidos por supuestas negligencias médicas. El personal médico de este hospital pasó de ser héroe a villano y la fama en ese nosocomio es tal, que los poblanos prefieren morir en sus casas antes de llegar a ser hospitalizados ahí.

San Alejandro tenía capacidad para más de 600 camas y, al ser un hospital regional, no solo se recibían a derechohabientes de todas las comunidades de Puebla, sino de otras entidades.

El sismo de ese 2017 provocó que su estructura terminara con severos daños y ya no fue posible tener a los pacientes en esa edificación, por lo que todos fueron trasladados al Hospital de La Margarita. Más del 50 por ciento del personal también fue enviado a este hospital; el resto fue reubicado en otros nosocomios. Ahí comenzaron los problemas.

Desde esa fecha, el Hospital de La Margarita no se daba abasto para atender a todos los pacientes. El espacio tampoco era suficiente y, a pesar de tener al personal de San Alejandro, los turnos se volvieron un desastre y terminaba faltando personal.

Durante meses, las quejas de los derechohabientes fueron las mismas: no hay espacio, nos atienden en el piso.

Supuestamente iban a ser construidos dos hospitales en Amozoc y Cholula para atender la demanda, pero estos hospitales nunca llegaron.

Fue hasta principios de 2020 cuando el director general del IMSS, Zoé Robledo, anunció que se habilitarían 100 camas en el Hospital de La Margarita para atender la demanda de los pacientes. En febrero de ese mismo año, Robledo y el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, inauguraron y presumieron la entrega de estas 60 camas, pero en realidad solo llegaron 30.

Después del evento protocolario, esta zona, ubicada en el segundo piso, fue bloqueada. Incluso se colocaron cintas amarillas para evitar el paso.

En marzo, cuando estas 30 camas iban a ser ya utilizadas para las mujeres embarazadas, comenzaron los contagios de coronavirus en Puebla. Las puérperas, que ya estaban instaladas ahí, fueron desalojadas y ese cuarto se volvió área covid-19.

Los contagios fueron creciendo desmedidamente a tal grado que todo el segundo piso del Hospital de La Margarita se volvió piso covid-19; sin embargo, el espacio no fue suficiente y también se tuvo que habilitar el tercer piso, el cual era utilizado para medicina interna.

Debido a esta situación, las consultas fueron suspendidas y se firmó un convenio para subrogar el servicio a hospitales privados. Para cuidar al personal, el IMSS también otorgó licencia a los trabajadores que podrían ser propensos a adquirir el virus: embarazadas, adultos mayores, obesos, hipertensos y diabéticos no trabajaron durante meses.

Durante los meses más críticos de la pandemia en el estado de Puebla, las quejas en este hospital fueron constantes: los trabajadores acusaron la falta de equipo para su protección; que el bono por entrar a área covid-19 no les llegaba a los que realmente se exponían, que sus superiores nunca quisieron entrar a estas áreas, que los anestesiólogos no querían intubar, entre otras.

Para atender ese problema, Zoé Robledo anunció un anexo en el estacionamiento del hospital con capacidad de 100 camas para atender únicamente a pacientes covid-19. Al inicio, los trabajos comenzaron a marchas forzadas pero para mayo la construcción se detuvo por más de 15 días porque se dieron cuenta que los espacios para los cuartos eran muy pequeños.

El anexo nunca estuvo listo cuando más se le necesitó, su inauguración se pospuso dos veces y fue hasta agosto cuando entregaron este espacio, pero solo contaba con 40 de las 100 camas prometidas. Además, solo se podían atender ahí pacientes NO graves.

El personal del hospital no recibió con muy buena cara este anexo pues ya había pasado lo más crítico. En junio, el triage respiratorio llegó a recibir hasta a 80 pacientes con síntomas de coronavirus, cuando en realidad solo tenía capacidad para 10 y después se amplió a 20.

VER: ¡FALSO! personal de La Margarita denuncia que sólo han llegado 30 de las 60 camas prometidas; el área está acordonada

Fotografías publicadas por este medio de comunicación mostraron las condiciones en que eran atendidos los pacientes: en sillas, bancos y pasillos. Aunque el área de comunicación del IMSS en Puebla negó en varias ocasiones sobrecupo en La Margarita, finalmente aceptó que los pacientes infectados ya estaban siendo enviados al Hospital de Especialidades de San José y al de Metepec, en Atlixco.

El virus también cobró la vida del propio personal. El anestesiólogo Lino Manuel Chávez Arteaga, el enfermero Juan Antonio Romero Hernández, Pilar y María Guadalupe Andrade Conteras, ambas enfermeras, fueron algunos de los trabajadores que se infectaron en el Hospital de La Margarita y perdieron la batalla contra el virus.

Mientras los contagios descendían y la situación en el hospital se mantenía en tensa calma, salió a la luz el caso de Rodrigo, un bebé prematuro que iba a ser sometido a una cirugía oftalmológica ambulatoria y murió por aparente negligencia médica en La Margarita. Los padres del bebé presentaron una denuncia y queja ante la Comisión de Derechos Humanos.

Sin embargo, después de este caso, ocurrieron otros tres más. Durante una cesárea, los médicos provocaron “por error” una herida de 15 centímetros en la cabeza del recién nacido llamado Nicolás.

VER: Durante cesárea en La Margarita cortan 15 centímetros de cabeza a recién nacido

En octubre ocurrió el tercer caso que, incluso, se volvió noticia nacional. Lázaro, un bebé que nació a las 28 semanas de gestación fue dado por muerto y después de permanecer varias horas en el mortuorio, su padre y el personal de la funeraria se percataron que estaba vivo.

Debido a la situación, el gobierno del estado presentó una denuncia por negligencia médica y el padre del menor una queja ante la Comisión de Derechos Humanos.

Lázaro estuvo hospitalizado poco más de un mes en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, pero finalmente murió. El IMSS determinó que dos servidores públicos no actuaron conforme a la normativa institucional y serían sancionados por dar por muerto al bebé cuando aún estaba vivo.

VER: Fallece el bebé Lázaro, el pequeño que dieron por muerto en el IMSS La Margarita

El cuarto caso fue el de Dante. De acuerdo a lo denunciado por la madre del recién nacido, presentó trabajo de parto y acudió al Hospital Betania, donde le negaron la atención después de realizarle una prueba rápida de covid-19 que dio positivo. Debido a esta situación, se trasladó al Hospital de La Margarita, donde tardaron en atenderla; su bebé nació con hipoxia neonatal y su estado de salud se reportó grave.

VER: Hospital de La Margarita envuelto en otra negligencia médica durante un parto: ahora el bebé Dante está a punto de morir

Debido a todos los señalamientos contra el personal médico, los doctores del Hospital de La Margarita salieron a manifestarse la mañana del 13 de diciembre para explicar que no son casos de negligencia médica, sino que no cuentan con el equipo necesario para poder brindar la atención necesaria.

VER: Médicos del Hospital La Margarita protestan: “No son negligencias médicas, no tenemos infraestructura ni equipo para trabajar”

La confianza de los poblanos en este hospital se encuentra por los suelos. La situación depende de muchos factores pero todo comenzó con la desaparición del Hospital de San Alejandro y la triste noticia es que en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2021 no se destina un solo peso para reconstrucción de este hospital.

Sin embargo, 52 millones 640 mil 451 pesos serán utilizados para la ampliación del servicio de hospitalización en La Margarita, la cual consistirá en la instalación de 56 camas en el área de estacionamiento para medicina interna.

 

 

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