Arturo Pérez-Reverte, creador de Teresa Mendoza, el personaje principal de su libro “La Reina del Sur”, en el que se basó la serie de Telemundo y que protagonizó la actriz Kate del Castillo, exigió no bautizar más a delincuentes comunes y corrientes o de baja calaña como “reinas del sur”, como ha ocurrido con el caso de tres poblanas.
El autor de “La Reina del Sur” escribió en su colaboración del portal Zenda Libros que le indigna que desde hace 20 años se nombre como “reina” a cualquier mujer con cierto poder dentro de alguna organización delictiva.
Vaya por delante que el asunto me irrita. Desde hace veinte años, cada vez que en México es detenida una mujer relacionada con el narcotráfico, los medios de comunicación de allí sacan la reina de la baraja: Reina del Sur, Reina del Pacífico… Les encanta titular por ahí. Cada narca trincada es automáticamente una reina. La más famosa es Sandra Ávila Beltrán –llamada Reina del Pacífico–, pero en fecha reciente llevo contabilizadas otras tres mexicanas a las que se ha colocado el título de Reina del Sur o se lo han atribuido ellas por la cara: una tal Cecilia, una tal Liliana Hernández y una tal Beatriz, todas del estado de Puebla.
Pérez-Reverte habla de tres casos poblanos. El primero es el de Cecilia V., detenida por agentes de la Policía Estatal en posesión de 100 envoltorios que contenían polvo blanco con las características de la cocaína, y supuestamente relacionada con Óscar N., alias “El Loco Téllez”, uno de los principales líder del robo de hidrocarburo detenido en el mes de agosto. Cecilia V. fue bautizada así en el boletín de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal de Puebla.
El segundo caso es del de Liliana N., quien desde hace años controló el sur de la capital poblana como líder del narcomenudeo en colonias de esta zona. Según versiones a las que PÁGINA NEGRA tuvo acceso, la propia Liliana y su familia fueron responsables de nombrarla así tras su fanatismo a la telenovela protagonizada por Kate del Castillo.
El tercer caso es el de Beatriz T., la más reciente “reina” del narcomenudeo en el sur de Puebla, quien se hizo del puesto de Liliana a su detención. Recientemente Beatriz fue nota a nivel nacional tras realizar su boda al interior del penal de Ciudad Serdán, y después ser liberada con un amparo. El pasado 15 de septiembre volvió a ser asegurada en un operativo de la Fiscalía Especializada en Delitos de Alto Impacto.
Para el autor español, el que se utilice el sobrenombre que le dio a su personaje Teresa Mendoza es prácticamente como si lo violaran, ya que lo usan criminales “de baja categoría, jefas de pequeñas bandas dedicadas al menudeo de droga, asalto de casas o robo de combustible, y en ningún caso reinan sobre anda que valga la pena considerar”.
Aplicar a esas pedorras el apodo de Teresa Mendoza, la mujer legendaria que revolucionó el narcotráfico entre América y Europa en los años 90 y creó un imperio en el estrecho de Gibraltar, es ofensivo para el padre de la criatura. Y como el padre soy yo, me llevan los diablos, menciona Pérez-Reverte.
Aquí puedes leer completo el texto de Arturo Pérez-Reverte, “Esas reinas del sur chungas”, publicado a inicios de septiembre en el portal Zenda Libros: