Los regidores de Morena que conforman el autodenominado grupo G7 cada vez van perdiendo más fuerza dentro del Ayuntamiento de Puebla, la oposición que se formó desde el comienzo de la administración de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco parece que está a punto de desmoronarse luego de la salida de Eduardo Covian Carrizales, quien aceptó sumarse al equipo de la alcaldesa para convertirse en titular de la Secretaría de Movilidad.
Este grupo de regidores allegados al gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, comenzó como una oposición de solo cinco integrantes: Edson Cortés, Eduardo Covian, Rosa Márquez, Roberto Esponda y Marta Ornelas, aunque posteriormente se sumaron sus homólogos José Luis Gonzales Acosta y Libertad Aguirre Junco.
A pesar de emanar del mismo partido ―que ganó en octubre de 2018 la alcaldía de la capital― los siete regidores se sumaron a la oposición del PAN y PRI, volviéndose un dolor de cabeza para la administración de Rivera Vivanco. El grupo ha votado en contra de los puntos de acuerdo que favorecen a la Comuna, como la definición de un nuevo Contralor y dejar en garantía un predio a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Asimismo, durante la Comisión de Patrimonio y Hacienda, rechazaron el Estado de Situación Financiera de diciembre 2019 y enero 2020, y en Cabildo de este viernes 14 de febrero, la presidente de la Angelópolis tuvo que hacer uso de su voto de calidad para aprobar los estudios de factibilidad para la colocación de bolardos pues el G7 no apoyó el punto de acuerdo presentado.
Los conflictos al interior del gobierno capitalino son más notorios en recientes semanas. Sin embargo, la alcaldesa también ha jugado sus cartas, y para desincorporar al G7 le quitó la Coordinación de Regidores a Edson Cortés y ofreció la Secretaría de Movilidad a Eduardo Covian.
Esto luego de que CENTRAL publicó que con cargo al erario, los regidores gastaron en viajes de lujo y comidas en los mejores restaurantes.
El G7 pierde fuerza en el Ayuntamiento de Puebla
Tras las constantes críticas del G7, quienes incluso aprovechan cada lunes para ofrecer ruedas de prensa y juzgar "las malas decisiones del Ayuntamiento", la presidente municipal ha tomado acciones para doblegarlos.
El primer movimiento a su favor fue retirar a Edson Cortes de la Coordinación de Regidores bajo el pretexto de que su nombramiento fue aprobado durante un periodo de un año y este concluyó desde octubre de 2019.
VER: Claudia Rivera corta privilegios fifís del G5; les quita la coordinación de regidores
Esto sucede luego de que CENTRAL publicó que esta oposición cargó del erario cuentas que suman casi 300 mil pesos en lujosos restaurantes, como Cartesiano y Restauro, además de que realizaron viajes a Polonia, Cuba y Colombia.
Este medio digital también publicó que dos regidores del grupo G7 fueron contemplados para formar parte del gabinete de Claudia Rivera. Luis Acosta, como secretario de Desarrollo Económico y Libertad Aguirre, en el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), lo que deja en evidencia la fragilidad al interior de este grupo de cabildantes.
Aunque "la gota que derramó el vaso" fue la traición del regidor Eduardo Covian, quien abandonó al grupo para ser encargado de despacho de la Secretaría de Movilidad, tras la solicitud de licencia de Alejandra Rubio Acle.
Durante la última sesión de Cabildo, celebrada este viernes 14 de febrero, los G7 se inconformaron por el punto de acuerdo presentado por la alcaldesa capitalina para aprobar los estudios de factibilidad de los bolardos. En esa ocasión, Eduardo Covian no salió a apoyar a sus compañeros, quienes al concluir la sesión expusieron ante medios de comunicación su inconformidad.
El cabildante Edson Cortés consideró que Eduardo Covian no debió abandonar su cargo como regidor, y los demás integrantes del G7 se abstuvieron de votar a favor de su ascenso al gabinete de Rivera.
Con la salida de Eduardo Covián, el G7 se vuelve más frágil y la gestión de Claudia Rivera tendrá más probabilidades de tener mayoría en el Cabildo, para que se aprueben los puntos de acuerdo a su favor.