En diversas comunidades de la entidad poblana, los profesores tienen dificultades para echar a andar el programa "Aprende desde casa", implementado para que los estudiantes no se atrasen debido a la contingencia de salud por el coronavirus. Y es que en diferentes lugares, el internet, las computadoras y la señal de celular, no han llegado.
En este ciclo escolar 2019-2020, miles de niños y jóvenes en las comunidades rurales e indígenas de Puebla serán los más afectados por cierre de los centros educativos, como una medida para prevenir la propagación del virus.
Un claro ejemplo de este obstáculo para que los alumnos poblanos aprendan es la comunidad estudiantil del Bachillerato Gandhi, en la comunidad de Xilocuautla, Huauchinango.
Los alumnos de este bachillerato, desde mucho antes de la contingencia, ya sufrían la carencia de tecnologías digitales, indispensables para su desarrollo.
Las deficiencias en la región
La profesora María Ramírez labora en este plantel desde hace 10 años, y en una conversación con Rayas explicó los estragos que no sólo la pandemia ha dejado retrasado desarrollo profesional de los alumnos que no cuentan con computadoras e internet en casa, siendo una muestra de la desigualdad que se vive en la Sierra Norte del estado.
A este bachillerato asisten 74 alumnos, la mayoría de ellos provienen de las comunidades de Ixtaczoquitla, Palzoquitla y Xopanapa, todas del municipio de Chiconcuautla.
En sus hogares, no cuentan con computadoras o internet y, a pesar de que el 99% de ellos posee un teléfono celular, la falta de recursos para tener saldo; además d que la raquítica señal de las compañías telefónicas hace imposible el proceso de enseñanza a través de este medio.
Debido a la falta de transporte que existe en la zona, los jóvenes deben pasar la semana en el albergue comunitario de Xilocuautla, de otra manera, tendrían que caminar diariamente más de 2 horas en el trayecto de su casa a la escuela.
Este albergue era constantemente visitado por el DIF Municipal para brindarles alimentos, ropa, zapatos y uniformes con el fin de mantenerlos motivados. Sin embargo, los cambios en la nueva administración del Ayuntamiento, han provocado la falta de recursos para mantener el albergue de pie, teniendo que cerrar una o dos veces a la semana y otorgando una sala de cómputo que funciona sin internet.
Ante la problemática que detuvo las clases presenciales desde mediados de marzo, los profesores de este bachillerato no se han dado por vencidos y crearon un grupo en WhatsApp como un canal de comunicación para mantenerse en contacto con sus alumnos, mandar las actividades, tareas y brindándoles apoyo en caso de tener dudas o si requieren retroalimentación.
Tristemente, menos de la mitad de sus 74 alumnos han enviado los ejercicios correspondientes, ya que el resto ha aprovechado para irse a trabajar y contribuir a la situación económica en sus hogares: “la necesidad es mayor y uno los entiende”, dice la profesora.
Tenemos un grupo en WhatsApp donde les enviamos el plan de actividades de la semana, ejemplos e instrucciones de las tareas. Posteriormente, ellos nos escriben por si tienen dudas y nos mandan fotografías de sus cuadernos para ir evaluando su progreso”.
El pasado 21 de abril, el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán señaló que aquellos jóvenes que no cuenten con acceso a los medios digitales como televisión o radio, siempre podrán recurrir a los libros de texto.
La profesora explico que, aunque esta medida es válida, se requiere de un acompañamiento y trabajo en conjunto con los padres de familia, ya que, de otra manera, será muy difícil que cualquiera de estas estrategias contribuya a la formación académica de los adolescentes.
Ellos no podrán hacerlo solos, si los padres de familia no apoyan el tiempo de estudio de sus hijos, será muy difícil que se pongan al corriente durante la contingencia. Debe existir un acompañamiento por parte de ellos. Nos ha costado mucho trabajo convencerlos o hacerlos participes, a veces solo los vemos dos o tres veces al año, imagina ahora que no los veremos en meses, va a estar complicado”.
😰 Sin internet, computadora ni señal, así enfrentan las clases en casa los niños de la Sierra Norte de #Puebla
— Periódico Central (@CentralPuebla) April 23, 2020
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“Aprendo en casa”, la plataforma que no ha llegado a la Sierra Norte de Puebla
La Secretaría de Educación Pública puso en marcha el pasado 20 de abril las plataformas digitales de “Aprendo en casa”, el programa para los alumnos de nivel básico y medio superior como un recurso educativo mientras pasa la contingencia sanitaria.
Hasta el momento, profesores y alumnos desconocen de qué manera esto podría funcionar en las zonas rurales e indígenas, donde no se cuentan con las tecnologías necesarias para su aprovechamiento.
Nos dijeron que se van a activar unas cuentas para comenzar a utilizarlas, pero debido a que el nivel medio superior tiene muchas modalidades, ha sido difícil encontrar una solución. Sin embargo, aunque tuviéramos acceso a esa plataforma, los chicos no tienen computadora y mucho menos internet, no veo cómo el programa pueda funcionar en esas condiciones”.
El descontento ante la falta de recursos se ha vuelto tristeza, ya que la realidad difiere mucho de su labor como docente y, por supuesto, de las expectativas que tiene la SEP y el gobierno federal.
Es triste darnos cuenta de que hay muchas carencias por las que no podemos hacer nuestro trabajo como la SEP o el gobierno quisiera, tenemos total disposición y compromiso hacia nuestra labor, pero contamos con otras muchas limitantes que no están en nuestras manos”.
Los alumnos de la comunidad de Palzoquitla, por ejemplo, no cuentan con internet ni señal de celular, por lo que tienen que invertir dinero para ir a la localidad más próxima ―San Lorenzo― y ahí aprovechan para hacer tareas y ponerse al corriente.
Mientras que los estudiantes de las otras comunidades deben estar buscando señal en sus pequeñas poblaciones, para al menos leer las instrucciones de sus profesores.
Sobre la posibilidad de terminar el ciclo escolar bajo las problemáticas de salud, un hecho sin precedente y nunca antes visto, la profesora opina que los esfuerzos deberían enfocarse a la destinación de herramientas tecnológicas gratuitas y funcionales a la población estudiantil de las comunidades más vulnerables, y aceptar que a pesar de que existirá cierto rezago educativo, es algo que siempre se puede recuperar el siguiente año.
