La estampida del sector salud

Ya todos lo sabemos, pero aún nos queda un rayo de esperanza, pues la fe es lo último que perdemos los mexicanos. Sólo esperamos que alguien, algún especialista como López-Gatell, diga que ya pasó la crisis.

Sí, la esperanza muere al último, pero solo es eso, esperanza, porque el panorama nacional cada vez pinta peor entre los casos que nos han ocultado por semanas y la propagación que no para.

Imaginen que tan asustados están los médicos tanto de las instituciones privadas como públicas que muchos están solicitando permisos para ausentarse de sus trabajos y otros están dispuestos a renunciar.

Entiendo que la preocupación los invade porque son personas así como tú y como yo, que tienen familias, que con el escaso equipo no pueden hacer mucho y sus probabilidades de contagio, me han contado algunos, son bastante considerables.

Pero si hasta médicos y enfermeras están preocupados y aterrados que nos podemos esperar el resto de los ciudadanos, cómo mantener la calma ante el difícil panorama que se avecina y ante la irresponsabilidad de muchos mexicanos que siguen saliendo a las calles, que buscan fiestas, bares y cantinas solo porque quieren emborracharse.

Ante las miles de familias que van a los supermercados con todos sus integrantes, como si se tratara de un paseo, de un día de asueto, de un día para divertirse. Y por algo México es el país donde menos se respeta la cuarentena y el aislamiento social, solo espero que eso no nos cueste caro.

Hace días también platicaba con un conocido y cuestionaba si era verdad el Coronavirus o solo una ocurrencia más "del gobierno", porque a él no le ha tocado un caso de cerca para verificar su veracidad.

Supongo que en la soberbia y la ignorancia llevaremos la penitencia. Ojalá ese rayo de esperanza que tanto esperamos llegue y evite la crisis que se avecina.