El tema COVID-19 sigue siendo el “top of mind” de la sociedad mundial, este problema definitivamente tiene y tendrá una repercusión financiera en todos los sectores económicos, incluido el ecosistema FinTech.
A pesar de que las inversiones a la industria de Tecnología Financiera iban con el velamen empujando con fuerza hasta el 2018, en el 2019 ya se visualizaba poner un poco de freno. Los fondos de inversión dirigidos a los proyectos FinTech empezaron a tomar, con mucha cautela, la asignación de recursos a estos nuevos proyectos, ya que muchos de ellos son de alto riesgo.
La industria venía teniendo un “boom” en la captación de ingresos por parte de los fondos “Venture Capital”, “Private Equity” y “Merge and Adquisitions”; según el reporte de la empresa KPMG, en el año 2010 la industria captó más de $5.89 mil millones de dólares (MMD), cuatro años después incrementó la captación de recursos a $51.2 MMD, ¡un incremento muy considerable!
Lo más notable sucedió entre el 2014 y 2018, cuando se vio un incremento que llegó hasta 141 MMD de recursos invertidos; cada año se tenía un incremento del 150% o 200%.
Pero algo ya empezaba a suceder entre el 2018 y 2019, donde se notó un retroceso de $6 MMD en el rubro de fondeo a empresas FinTech, la empresa que tuvo un mayor fondeo en el 2019 es una de pagos electrónicos llamada “WorldPay” y obtuvo 42 MMD.
Sin saber que el COVID-19 aparecería, los inversionistas empezaban a notar una distorsión del comportamiento financiero global. Esto sucedió exactamente igual en cualquier sector industrial del mundo.
Mi providencia personal apunta a que en el 2020 habrá una reducción de asignación de fondos al sector FinTech de hasta menos el 30%; para el 2021 considero que la reducción de asignación de fondos seguirá a la baja con un menos 15% y habrá una regularización equitativa a los montos de fondeo del 2018 hasta el 2023.
Dentro de las FinTech que más auge tienen y tendrán dentro de los centros de inversión son los subsectores que más que se dedican a pagos electrónicos, finanzas personales, préstamos alternativos y finanzas alternativas.
Para el caso de América Latina, en el 2018 se llegó a $2,659 MMD de inversión en el sector FinTech, y los principales protagonistas receptores de estos recursos fueron Brasil y México con $1,343 MMD y $396 MMD respectivamente.
La verdad de las cosas es que Brasil es el gran protagonista de Latinoamérica en este sector.
Tristemente los efectos negativos del COVID-19 influirán negativamente en la captación de inversión para todos los países de Latino América por igual.
Intención con acción amigos FinTech-nautas, en estas épocas de contracción financiera apuntemos la ballesta a las actividades que mencioné anteriormente, y que son atractivas para los inversionistas.
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