Bien dice el dicho que ¡qué chula es Puebla! Este 24 de abril la junta auxiliar de La Resurrección le abrió las puertas a los visitantes para festejar junto con ellos el reconocimiento a uno de los platillos que forman parte importante de la gastronomía típica poblana: la gordita.
Miles de personas se dieron cita en el atrio de la Parroquia que lleva el mismo nombre que esta localidad ubicada en la zona nororiente de la ciudad. A partir de las 8 de la mañana, las calles fueron invadidas por un mar de personas que desde la carretera Adolfo López Mateos ya abarrotaba la entrada de esta comunidad, donde la calle Resurrección y la José María Morelos fueron el camino que siguió la gente para llegar a dicho recinto, entre los comerciantes de la zona, que ofrecían sombreros, nieves, frutas, dulces, entre otras cosas más.
Al llegar, las filas parecían interminables, pero el paso fue rápido y sin problemas. Para llegar a este lugar, era obligatorio entrar por el templo, donde se tuvo que apreciar la belleza de capilla, donde se resguardan grandes tesoros de historia religiosa.
Al llegar al atrio, cerca de 50 puestos de gorditas se distribuyeron a lo largo y ancho, provocando un rico aroma en el lugar que te preparaba para degustar este rico platillo que muchos poblanos consumimos como desayuno diario.
Los visitantes, locales y foráneos se aglomeraban en más filas, que rodeaban por completo cada puesto de comida. Esteban y Sandra, una pareja que llegó desde el centro histórico de la ciudad, mencionaron que llevaban cerca de 15 minutos esperando en fila, pero como no tenían ninguna prisa, no les molestó para nada. Para ellos, la espera valió la pena.
La única condición para poder disfrutar de una gordita preparada al gusto, era adquirir una bebida para acompañar esta rica garnachita. Desde aguas naturales, jugos y refrescos, fueron lo más vendido durante el día.
La curiosidad no pudo con nosotros y nos metimos hasta la cocina para saber todo el trabajo arduo detrás de un evento tan ambicioso como este, que reunió a miles de personas durante todo el día. Doña María lleva un largo tiempo en este negocio, tanto así que saca las gorditas del comal casi en tiempo record.
A pesar de estar bastante ocupada sirviendo y preparando a los comensales, se dio un momento para comentarnos sobre su experiencia.
“Desde las 8 d mañana hasta ahorita ya debimos haber preparado unas 200 memelas, que es poco, porque en otros años, llegaba mucha gente desde tempranito, esperemos que al rato lleguen más”
Para este día en especial, se tuvieron que utilizar cerca de 100 kilos de masa, 40 litros de salsa verde y 40 más de salsa roja. La logística fue bastante buena y Doña María mencionó que dejarían de ofrecer memelas hasta que la masa se terminara. Para darse abasto con tanta gente, tuvo que recurrir a la ayuda de sus amigas, quienes la apoyaban amasando, y preparando todo en el comal.
Ella al igual que otras memeleras (como aquí les llamamos), tienen un negocio propio que han sabido mantener desde hace muchos años. El de Doña Marí se encuentra en la colonia La Paz, junto a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
La gorditas cocinándose con manteca y la salsa cayendo sobre el comal caliente, fueron el sonido característico de un día caluroso en la junta auxiliar. Para muchos, una experiencia totalmente nueva y especial.
Mariana nunca había asistido a la feria de la gordita y quedó bastante satisfecha. Ella y los 6 integrantes más de su familia disfrutaron de un desayuno que los hizo pedir gorditas hasta para llevar, incluso los más pequeños se deleitaron con la variación de memelas con frijoles y queso.
“Es la primera vez que venimos y la verdad estamos sorprendidos con todo. La comida esta muy buena y nos impresiona que haya asistido tanta gente, esperamos poder venir el próximo año, es una buena forma de pasar un ratito con la familia”
Doña Luz, quien ha vivido de este negocio desde hace 10 años es el principal ejemplo del dicho “ama lo que haces”. Después de todo este tiempo, ella se sabe todos los secretos y formas de elaboración de gorditas, para que sus clientes queden felices y satisfechos. Incluso nos compartió un tip cuando le cuestionamos sobre las quemaduras que pudiera llegar a tener en algún momento.
“No, ya después de tanto tiempo, te acostumbras al fuego, al comal, tienes que saber cómo agarrar y voltear las tortillas. Y bueno, si te llegas a quemar, rápido te pones un poquito de manteca fría en la quemada y ya con eso se te pasa el dolor”
No hay duda de que esta novena edición, el centro de atención giró en torno a nuestro desayuno favorito, a nuestra garnacha ideal. Algunos dirán que es un platillo básico, simple, sin chiste, pero después de vivir esta experiencia, quedarás fascinado y será tu deber (como poblano) no dejar que esta bella tradición desaparezca.