El asesinato de Sharon Tate por una comunidad de hippies, adictos al LSD y cuyo guía espiritual era un exconvicto que se hacía pasar por la rencarnación de Jesucristo, conmocionó a la comunidad hollywoodense.
La madrugada del 9 de agosto de 1969 Susan Atkins, bautizada por Charles Manson como “Sexy Sadie” ingresó junto con otras tres personas a la casa de Sharon Tate y la asesinó con 16 puñaladas, la modelo y actriz tenía ocho meses de embarazo.
Sharon Tate era esposa del director de cine Roman Polanski, la madrugada en que sucedió el asesinato se encontraba en Londres buscando interiores para su película “El día del delfín”, cinta que jamás grabó.
En aquella madrugada también perdieron la vida Jay Sebring, un famoso estilista, Wojciech Frykowski Abiagail Folger, amigos de Roman Polanski y el vigilante de la casa, Steven Parent.
Existe la hipótesis de que Chales Manson ordenó el crimen porque en esa casa con el domicilio 10050 de Cielo Drive, vivió Terry Melcher, productor musical que alguna vez prometió grabar sus canciones.
“Sexy Sadie” murió a los 61 años en prisión y acusando a Manson de ser un mentiroso, en el año de 1967, conoció al famoso asesino con quien tuvo una relación sentimental.
Quentín Tarantino aborda este espeluznante caso en su película “Érase una vez en... Hollywood”, que en un días se estrenará.