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Estos fueron los contrastes de la Marcha del Orgullo Gay 2019 en Puebla (VIDEO y FOTOS)

- Foto: Especial

Los momentos que se vivieron durante esta marcha fueron caóticos, festivos y de reclamo entre las personas que conformaron esta tradición anual.

Por Carmen González//@carmenldn /

La marcha del Orgullo Gay 2019 invadió las calles de la capital poblana este 22 de junio, un día para celebrar la diversidad sexual que existe en el mundo.

La explanada del Parque Juárez fue el punto de reunión en donde poco a poco cientos de personas -jóvenes en su mayoría- tomaron las calles, ondeando banderas arcoíris en apoyo a la comunidad LGBTTTIQ.

La cantidad y variedad de personajes que formaron parte de este colectivo fue sorpresiva; integrantes del sector LGBTIQ, y hasta clubs de fans de Aristemo, conformaron el contingente. 

La señora Alicia junto con sus hijas de 8 y 18 años, asistió a la marcha con el fin de apoyar esta lucha, sin importar que ninguno de los integrantes de su familia sea gay.

“Es la primera vez que venimos y está padre porque no está bien que se les discrimine o se les trate diferente, aquí todos somos humanos y somos importantes.”

Pablo desde hace 6 años sale a marchar junto con sus amigos y familiares, con el fin de continuar luchando contra la discriminación y el odio hacia quienes tienen preferencias sexuales diferentes.

“Aquí en Puebla nos ha costado trabajo hacer que la gente nos acepte pero poco a poco las cosas han cambiado. El reclamo es hacia la exigencia de nuestros derechos y la libertad de decidir a quién amar.”

VER: Así fue como inició la Marcha Gay en Puebla en 2002

Al mismo tiempo, una lluvia de vendedores ambulantes fue responsable de uniformar a todos con banderas arcoíris, coronas, collares, diademas con flores y toda la mercancía necesaria para este día.

El inicio de la marcha perdió rumbo cuando el autobús del dúo de cantantes se puso a la cabeza del contingente. A partir de ese hecho, todos comenzaron a correr detrás del vehículo y se olvidaron por completo de la alineación que les costó formar por más de 30 minutos.

Debido a esta locura, el continente terminó dividido en dos; uno subió por la calle 31 poniente hasta llegar a la 16 de septiembre; el otro siguió por el Boulevard 5 de mayo hasta Juan de Palafox y Mendoza.

Sin seguridad y como pudieron, las personas siguieron su camino, toreando los autos y persiguiendo a sus ídolos hasta llegar al zócalo, lo cual resultó ser todo un desafío.

Las consignas y las pancartas con mensajes fueron pocas, no abundaron pero sí estuvieron presentes, todas encaminadas al respeto, amor, igualdad de derechos y un alto a la discriminación hacia los integrantes de la comunidad gay en Puebla.

Al llegar a la plancha del centro de la ciudad, varios grupos y colectivos que apoyan realizaron performance, se tomaron fotos con algunas reinas trans y disfrutaron del evento principal donde tuvo presencia los shows de Aristemo, Grupo Aroma y los Wapayasos, quienes pusieron a bailar y a gritar a los asistentes.

Aristemo abrió el show y dijeron estar muy contentos por el recibimiento con mucho amor por parte de las poblanas.

Grupo Aroma trajo la cumbia y puso a bailar a muchos gracias a sus grandes éxitos. Los Wapayasos también prendieron el ánimo de muchos y muchas al ofrecer un show donde mostraron los atributos que los han hecho famosos.

El entusiasmo y alegría se vivió desde el inicio de los conciertos y hubo gente que no se movió de sus lugares por horas, solo para no perderse los movimientos y temas de sus artistas.

La activista y organizadora del evento MAJO, lanzó un mensaje alentador a todos los asistentes:

“Porque ser lesbiana y ser católica no es una contradicción. Esta comunidad está siempre unida, digna y pobre de aquel que se meta con nosotros.”

El contraste de la marcha se hizo notorio cuando una compañera integrante de la organización “Vida Plena” sostenía una lona en la que expresa su descontento, ya que a su parecer, este evento perdió por completo la esencia que lo distinguía: la lucha por hacer valer los derechos de la comunidad LGBTIQ, la búsqueda de justicia por aquellas personas que sufrieron o murieron a causa de crímenes de odio y la educación para fomentar el respeto como seres humanos.

“A mi parece que se ha hecho muy superficial, están platicando dando mensajes muy triviales. También se ha vuelto en una forma de consumismo, de capitalizarse y hacer negocio, yo no veo que vengan con consigas políticas serias de lucha en pro de nuestros derechos, esto se ha desvirtuado por completo y lo ven como una fiesta. Yo vengo de Vida Plena y ni siquiera nos invitan, siendo nosotros quienes iniciamos este movimiento. Quieren que festejemos, pero ¿festejar qué? Todos los días hay mujeres asesinadas, hay homosexuales desaparecidos, cuerpos torturados y de eso no se habla y no hay justicia, de eso se trataba la marcha hace unos años”.

Sin duda alguna, este evento masivo tuvo sus momentos buenos y malos, que para algunos dejó mucho que desear, para otros fue una fiesta más y para unos últimos, se ha convertido en un mero espectáculo que perdió rumbo a través de los años.

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