A mi manera

Todo parece indicar que no sólo cómo te ves te tratan, también cómo te apellides te tratan

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Por Liz Gómez /

 

Pareciera que algunos apellidos están sucios o son indignos, pareciera que el simple hecho de portar un “apellido común” nos hace merecedores de un trato diferente, o ser enlistados en “los del montón”.

Andrés Manuel no es el primer López que llega a la silla presidencial. Si mis datos históricos no me fallan él sería el cuarto López. Sin embargo, es tan evidente cómo usan el López de una forma por demás ofensiva y humillante, como si tuviera que sentir vergüenza por su nombre. Y saben, no es el único que lo sufre.

No recuerdo a nadie llamar a los anteriores presidentes: Antonio López, José López, Miguel López. Aunque Antonio en realidad se llamaba Antonio López de Santa Anna y Pérez de Lebrón.

Pero no sólo han pasado López por la presidencia, también Gómez y González y hasta Gutiérrez, qué horror, cuanta falta de clase!! Pero no veo a nadie llamarlos Gomitos o Gonzalitos, como a Andrés Manuel le llaman “Lopitos”.

Y no, no vengo a defender al presidente ni a la 4T, es la forma tan burda en la que aún se discrimina a la gente por un apellido.

Recientemente leí en Twitter: ¿Por qué se enojan los ‘chairos’ si a Andrés Manuel le llamamos López? Así se apellida.

Ustedes pueden decirle Andrés López, Andrés Manuel López, Andrés Manuel López Obrador o como mejor se acomoden. A veces no es lo que se dice, es cómo se dice.

Es la forma tan clasista e incisiva en la que quieren denigrar a la gente, como si además eso hiciera sentir menos a las personas.

Yo misma lo he vivido, tal vez por eso me llama tanto la atención. Mis apellidos son tan comunes y, para los fifís, hasta corrientes: Gómez Vázquez.

El sufijo “ez” en apellidos hispanos no tiene nada de rimbombante pero sí tiene su propia historia; atiende al equivalente en otros idiomas que hace referencia a ser “ser hijo de”. Lo que en España fue “ez”, en Inglaterra fue “Son”, en Escocia fue Mac o Mc, para los irlandeses O’, o para los portugueses Es, a eso se le denomina “Apellido Patronímico”. Ah pero que diferencia apellidarse O’Connell o Harrison o McCartney que ser un simple López o una simple Gómez, ¿cierto?

Y mejor otro día hablamos de los apellidos prehispánicos, del legado que queda de las dinastías antiguas que poblaban estas tierras antes de la llegada de los españoles con su mestizaje. Otro episodio dedicaremos a hermosos apellidos nahuas, por ejemplo… y por cierto, ¿sabían que en Puebla existen al menos 250 apellidos nahuas? Tepetl (cerro o montaña) y Xiconténcatl (gente al lado del jicote) son los que más prevalecen.

Irma Xóchitl Cuauhtémoc Xiconténcatl realizó una investigación y recopilación que plasmó en el libro “Nahuatocaitl. Apellidos Nahuas en Puebla”, vale la pena echarle una leída. Sí, la inspiró la discriminación que ha sufrido por su nombre.

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