Hecho en Puebla

#HechoEnPuebla: Desde hace 35 años, Don Toño vende piñatas tradicionales en el Mercado de El Carmen… hoy está en crisis

- Foto: Especial

Este lugar es uno de los más populares de la capital poblana, pues resguarda una de las tradiciones más lindas de la temporada decembrina: la elaboración de las piñatas. Conoce aquí la historia del señor que lleva haciéndolas más de tres décadas

Por Carmen González / @carmenldn /

El mercado Melchor Ocampo de la colonia El Carmen de la ciudad de Puebla, guarda algo más que sólo secretos gastronómicos, cemitas y sabores. Este lugar también es el taller de uno de los más grandes artesanos en el tradicional quehacer de las piñatas de temporada decembrina.

Antonio Pérez ha trabajado desde hace 35 años elaborando miles de piñatas tradicionales para la temporada navideña. Normalmente, las ventas inician a mediados de noviembre. Sin embargo, el proceso de elaboración comienza a finales de octubre.

Yo empiezo a trabajar a finales de octubre, primero a moldear y después a vestir. Cuando acabo mis piñatas, empiezo a aceptar mis pedidos al mayoreo y menudeo. Hasta ahorita he vendido cerca de 500 piezas, de todos los tamaños”, dijo don Antonio en entrevista para RAYAS.

Este año vive una de sus peores crisis económicas

Su pasión por el oficio lo ha motivado a lo largo de estos años, pero también ha vivido las malas rachas, siendo este 2019 su peor año en ventas y aunque los precios han tenido que subir hasta en un 20%, Don Toño (como le dicen de cariño) siempre procura que no afecte demasiado el bolsillo de sus clientes.

Mi negocio lo manejo por temporada cada año, pero ahorita voy a mantenerlo porque las ventas han estado bajas. El número máximo de piñatas que llegué a hacer en un año fueron 10 mil piezas. Todavía hasta hace dos años vendí 2 mil quinientas piñatas, pero supongo que por la situación económica, la gente ya no quiere gastar y como fabricante yo tengo que subir mis precios, pero no mucho, porque sé que no a todos les alcanza”.

Produce de 100 a 150 piñatas por día

El proceso de elaboración se lo sabe de memoria; desde el material que necesita, hasta el tiempo que le toma. Un día normal de trabajo puede iniciar a las 11:00 de la mañana y terminar a las 7:00 de la noche, llegando a producir de 100 a 150 piñatas, claro, con la ayuda de sus trabajadores.

Para todas utilizo los mismo materiales: papel crepé, metálico, china, periódico, cartón, engrudo (a base de agua, harina y Resistol) y lazo. Las piñatas de tamaño chico y mediano me toman cerca de una hora, moldeando y vistiéndola. Las grandes hasta hora y media, pero depende el tamaño. Las de barro son más rápidas nomás se les pone el lazo, se visten y están listas”.

A pesar de la mala economía y la falta de compradores, los precios no son nada exagerados. Las piñatas más populares son las sencillas, que van desde los 40 a los 60 pesos. Las piñatas de barro chicas y medianas rondan entre los 60 y 80 pesos, mientras que las medianas y grandes van desde los 250 hasta los 800 pesos.

Este puesto de piñatas ubicado en la entrada sobre la 21 oriente, también se vende la colación que incluye fruta, cacahuate, caña, naranja, mandarina, tejocote y dulces.

La venta de piñatas tradicionales se encuentra en decadencia desde el gobierno de RMV

La decadencia en el negocio de Don Toño llegó cuando la administración estatal de Rafael Moreno Valle regulaba la normatividad de los mercados en la capital poblana y exigía altas cuotas a los comerciantes y locatarios, en algunos casos, terminó por clausurar muchos negocios por la falta de pago.

Los gobiernos anteriores del PAN, en específico el de Rafael Moreno Valle fracturaron mucho las ventas en los mercados y tiendas porque los de normatividad (además de ser muy prepotentes) subieron los cobros a los locatarios y dejamos de vender como normalmente lo hacíamos. Nos cerraron negocios y nunca nos negamos a pagar, pero ellos nunca nos ofrecieron prórrogas de tiempo”.

Tiempo después dejó de vender en lugares como en Apizaco, Cholula, Atlixco. Incluso, al norte del país en Tijuana. En el centro y zonas residenciales de la capital poblana dejaron de comprar su producto.

Esto provocó que las puertas se le cerraran a Don Toño y su equipo de trabajo, el cual estaba conformado por familiares, personas con discapacidad y madres solteras. Nunca dudó en brindarles un puesto, pues al igual que él, la necesidad los obligaba a buscar un empleo.

Don Toño espera que con la nueva administración de Miguel Barbosa Huerta, las cosas puedan mejorar para ellos, pues es el único ingreso con el que cuentan estos artesanos. Mientras tanto, el plan es mantener la comercialización de piñatas durante todo el año, no solo por las ventas que pueda generar, también para mantener la tradición viva y evitar que los mexicanos consuman los productos traídos desde China, que ya se han establecido en el mercado nacional.

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