“Verde Amor” es una marca de moda sustentable, 100% poblana que se encarga de promover un estilo de vida más amigable con el medio ambiente. Por eso, desde ahora piénsalo dos veces antes de tirar tus prendas de vestir y accesorios, pues aún pueden tener una larga vida útil.

¿Cómo lo logran? A través de la reutilización de materiales y prendas de vestir que suponemos son inservibles después de que pasan de moda, o ya no se ajustan a las medidas de nuestro cuerpo.

Pero no sólo eso, pueden convertir cualquier material en moda, ya que también crean accesorios y artículos de decoración para el hogar.

Ana Cristell Coronado, Mariel Bañuelos y Rafael Torres son las mentes creativas detrás de la marca que a lo largo de casi 6 años han logrado posicionarse como una empresa que puede convertir casi cualquier cosa en moda, a través de una propuesta bastante simple y responsable.

Para ellos es vital saber de dónde proviene todo lo que consumimos, quién hace tu ropa, en dónde, con qué tipo de elementos y saber que no hay explotación de recursos humanos o ecológicos de por medio en el proceso de producción, así como el consumismo que genera el fastfashion.

La primera colección que crearon fue hecha con materiales propios: ropa, retazos de tela, accesorios y cuantas cosas mantuvieron guardadas desde siempre. A manera de prueba y error se dieron cuenta del gran potencial que su proyecto tendría gracias al nicho de oportunidad que encontraron.

Nuestra primera línea se llamó Tutti Frutti, nos criticaron horrible pero aprendimos mucho a partir de eso, porque después de la educación universitaria te enfrentas al mundo real, a la verdadera imagen de la mujer poblana y tienes que adaptarte a eso”, comentó Rafael.

Aunque la idea es buena, el inicio no fue nada fácil. Sin embargo, han generado un cambio significativo entre los poblanos.

Hay clientes que nos llenan de orgullo porque llegaron aquí con una idea de rechazo hacia la ropa usada, tuvimos que convencerlos, de darnos una oportunidad para demostrar que nuestros diseños son de tan buena calidad donde se agregan gustos, colores necesidades, etcétera. Todo es totalmente personalizado gracias al diseño de imagen que agregamos; poseemos este tipo de inspiración, un tanto alternativa, que se adapta a tu estilo de vida diario”, agregó el joven de 29 años.

Durante este tiempo han logrado expandir sus productos, creando líneas de ropa para mujeres y hombres, una más elegante para salir de fiesta.

También cuentan con prendas contadas que son 100% recicladas, pero elementos como los botones, el hilo o los cierres tienen que ser nuevos para garantizar la durabilidad y calidad del producto.

Este proceso creativo inicia con la limpieza y separación de la ropa que les llega como donación. A partir de ello, se crea un nuevo diseño donde se interviene y transforma la prenda en algo único.

Toda esa ropa que todavía conservas aunque ya no te quede, aunque nunca la hayas usado o porque simplemente tiene un significado especial para ti, se puede convertir en lo que sea, porque a fin de cuentas, es una inversión que está guardada, esperando a darle un uso”, expresó Ana.

 

Con los accesorios pasa exactamente lo mismo. Ana Cristell ha creado líneas por temporada que han sido todo un éxito. Los aretes con cables, carretes de hilo o lápices son bastante llamativos.

La temporada pasada tuvimos un montón de cables y los transformamos en aretes y collares al aplicar técnicas de nudos. En otra ocasión hice una línea de decoración en la que utilizamos madera y es así como tienes que buscar ideas, para integrar todo esto a las prendas, las telas, los accesorios y por suerte fue algo que gustó mucho gracias a lo abstracto de su forma”, mencionó Ana.

Por lo mismo, “Verde Amor” se mantiene en la idea de no ser un concepto de moda elitista, sino trabajar para todos los sectores sociales. Claro que ese tipo de clientes son consumidores muy buenos, pero también hay quienes no tienen las mismas posibilidades económicas y les gustaría adquirirlo, por eso se adaptan a todo tipo de clientes y presupuestos.

La moda y su impacto en el medio ambiente

Rafa, Mariel y Ana están conscientes de que la industria de la moda es una de las más contaminantes actualmente, debido a la proliferación del consumo del fastfashion de tiendas como Bershka, Zara, Pull and Bear, entre otras que se dedican a comercializar y vender esta imagen. Cuando la gente considera, tira la ropa a la basura, provocando exceso de desechos por persona y generando un gran daño al medio ambiente.

Al año se tiran alrededor de 35 kilos de ropa por persona, considerando un perfil fashionista y te preguntas en dónde está toda esa ropa, seguramente en el fondo de los mares, enterrada en los rellenos sanitarios, barrancas, etcétera. El problema es que desconocemos estas estadísticas. Por ejemplo, el poliéster es la tela que más contamina porque es un derivado del plástico; para hacer unos jeans deslavados se requieren 10 mil litros de agua, ni se diga de las industrias que contaminan ríos y mares cuando vierten sus desechos”.

A fin de cuentas, llevar un estilo de vida más ecofriendly ya no es una moda, a la que todos debemos adaptamos de una u otra forma. Por ellos nos aconsejan lo siguiente:

Antes de comprar algo es mejor preguntarte a ti mismo si de verdad lo necesitas. Queremos promover un consumo responsable, porque no le decimos a la gente que no compre, sino que muestre su apoyo a las marcas locales, no comprar desmedidamente en almacenes. Pero sobretodo, entender que esta tendencia ya no es un gusto ni un lujo, es una necesidad, comenzar a usar lo que ya tienes de otra manera es lo de hoy”, dijo Ana.

Si quieres conocer sobre este gran proyecto, entra a su página de facebook, los encuentras como Verde Amor.