Las calles, casonas y recintos religioso de Puebla esconden historias, secretos y leyendas sobrenaturales que a pesar de que ha pasado mucho tiempo, siguen cautivando a los poblanos y los turistas.
Esta temporada es ideal para recordar esas leyendas que nos han sorprendido y nos siguen causando miedo y diferentes emociones al grado de no poder dormir, o quedarnos solos en casa.
No es de extrañarse que durante esta temporada, estos relatos sean recordados para ir de la mano con la oscuridad y misterio que representa el Día de Muertos en México.
Lugares como la ex Penitenciaría poblana, La Casa del que mató al Animal, el Museo de San Pedro y el Ex Convento de Santa Mónica, entre otros recintos, son el escenario de momentos paranormales que han hecho temblar a más de una persona.
Checate las historias de estos 5 lugares que RAYAS recopiló para ti.
Los fantasmas de la Ex Penitenciaría de la Puebla
En 1867 se concluyó la construcción de la Ex Penitenciaría del Estado de Puebla por el Arquitecto Eduardo Tamariz, considerada en su tiempo como uno de los edificios más innovadores dentro del sistema penitenciario a nivel latinoamérica.
Este inmueble cuenta con una historia misteriosa y al mismo tiempo terrorífica, debido a las leyendas que surgieron durante la estancia de cientos de criminales que dejaron huella en una de las cárceles más estrictas del país.
El ambiente helado prevalece en las habitaciones y pasillos de este lugar, donde se dice que se escuchan los lamentos de los reos como el caso del llamado “Capitán fantasma”. Se dice que fue criminal vestido de militar que gracias a sus lazos con el diablo, desapareció un día de su celda sin dejar el menor rastro.
Debido a que aquí fallecieron cientos de personas a lo largo de 30 años, se creó un laboratorio criminalístico, donde se conservaron más de 70 cráneos clasificados según la historia de vida y crimen cometido por la persona. Posteriormente, esta colección fue donada a la BUAP.
Hoy en día, este edificio alberga las oficinas de la Secretaría de Turismo del Estado de Puebla.
La leyenda del monstruo de La Casa del que Mató al Animal
Las casonas de la capital poblana cuentan con un gran pasado que muchas veces está ligado a eventos supernaturales o de horror. La Casa del que mató al animal es uno de los lugares más teroríficos en el centro de la ciudad de Puebla.
Se dice que en la Puebla colonial la familia de Don Pedro Carvajal habitó este lugar y que durante ese tiempo, corrió el rumor de que un monstruo aterrorizaba la ciudad, paralizando y devorando a los habitantes. Nunca se supo exactamente qué clase de animal fue: unos decían que tenía la forma de un coyote gigante, una serpiente e incluso que era una combinación de piel de tigre, con patas de jabalí, cuerpo de lobo y garras de águila.
En fin, se dice que el animal llegó a esta casa devorando a Fernando, el hijo menor de Don Pedro, lo que resultó en una recompensa: la mano en matrimonio de su hija a cambio de aquel que le llevara la cabeza del monstruo que asesinó a su hijo.
Fue así como un valiente soldado logró dicho acto heroico, a tal grado de que fue reconocido por el entonces Virrey de la Nueva España. Hoy en día, se encuentran aquí las oficinas de El Sol de Puebla.
Los habitantes de la Casa de los Enanos
Durante el Porfiriato, la entonces lujosa zona de la Avenida Juárez fue el hogar de cientos de familias ricas e influyentes, donde surgió una de las leyendas más conocidas por los poblanos: La casa de los enanos.
Esta construcción tomó forma gracias a la orden de la Familia Giacopello, cuyos miembros de origen italiano vivieron hasta que una de sus hijas perdió la vida aquí, a partir de entonces la mansión fue desalojada o abandonada por años.
Fue hasta 1920 que el creciente empresario textilero Rogelio Rodríguez Sáenz adquiere la propiedad junto a su esposa Carmen Jiménez, una profesora normalista. La pareja terminó teniendo 3 hijos, pero la pena de la pérdida de uno de ellos sumió a la madre en una terrible tristeza, aislando por completo de todo.
A la muerte de ambos padres, la abuela paterna asumió la responsabilidad de Rogelio y Milagros Rodríguez, quien según cuenta no les permitía jugar dentro de la casa, por lo que mandó construir muebles de madera pequeños que mantenían en el patio de afuera.
Fue así como la gente que caminaba por el lugar creó la leyenda de que esta vivienda era habitada por enanos. Hoy en día ya se tiene acceso a ella y existen recorridos que puedes tomar para conocer de cerca la historia de esta antigua casa.
Las almas del Museo San Pedro Museo de Arte
Este recinto cultural tienen probablemente una de las historias más escalofriantes de Puebla. Fue en 1547 cuando se erigió como el Templo de San Pedro a petición de Fray Julián Garcés.
En el año de 1867 se convirtió en el Hospital General del Estado. Sin embargo, fue hasta su renovación como Museo que trabajadores del lugar encontraron varios huesos humanos, que pudieron haber sido de aquellas resinas que eran atendidas y que irían en el hospital.
Quienes laboran aquí aseguran que en los pasillos y habitaciones de la ex cancha de San Pedro, se oyen los lamentos de los enfermos e incluso han sido testigos de siluetas y sombras de las almas que deambulan por las noches.
Las monjas del Ex Convento de Santa Mónica
A pesar de la belleza que representa este ex monasterio, los relatos que esconde entre sus muros son bastante oscuros.
Se dice que una mujer de nombre Úrsula Vega, abrió en 1609 una casa de reclusión para mujeres a modo de reformar su comportamiento.
Sin embargo, también resguardó a la orden de las monjas de Santa Mónica y fue el doctor Manuel Fernández de Santa Cruz quien reforma este lugar en 1679 para brindarles un espacio por igual, incluyendo espacios como oratorios, una nueva iglesia y hasta celdas.
Este lugar fue clausurado por el gobierno debido a denuncias por irregularidades. Se dice que las monjas y las mujeres que habitaron este espacio religioso sufrían de abusos, violaciones, confinamientos y castigos inhumanos a modo de infligir sufrimiento relacionado con el amor a Dios o simplemente por no seguir las normas religiosas.
En algunas zonas del ex convento se han encontrado esqueletos de fetos e incluso el esqueleto de una mujer que pudo haber presentado signos de embarazo. Trabajadores y visitantes han reportado la aparición de una mujer vestida de blanco en los oscuros y lúgubres pasillos de este recinto.