La Plaza de la Victoria se ha convertido en el lugar favorito para que los políticos celebren sus éxitos. Es el caso de Miguel Barbosa Huerta, quien cierra su intensa campaña ahí. El candidato a gobernador puede presumir que la plana mayor de Morena lo acompaña al evento que califican como “el preámbulo del triunfo”. Hay miles de personas que continúan llegando al lugar simbólico. Según los organizadores, 100 mil personas se congregaron para respaldar al puntero.
Barbosa llega acompañado de su inseparable esposa, Rosario Orozco, “Charito”, y de Yeidckol Polevnsky. También llega Claudia Rivera, los senadores Nancy de la Sierra y un incómodo Alejandro Armenta. También acuden los dirigentes nacionales del PT y del Verde Ecologista.
En ese mismo lugar, hace cinco meses se llevaba a cabo el funeral de Martha Erika Alonso Hidalgo y de su esposo Rafael Moreno Valle. La Plaza de la Victoria era utilizada por el morenovallismo para celebrar sus victorias.
Moreno Valle es el responsable de la remodelación de ese lugar y desde entonces ha servido para celebrar triunfos electorales, la mayoría por parte de su extinto grupo político.
Hoy, La Plaza de la Victoria está abarrotada por miles de simpatizantes pero ya no se ven sombrillas azules, ahora son banderas color vino. Son los seguidores de Morena, adictos al presidente Andrés Manuel López Obrador a quien continúan rindiéndole culto.
Ni chairos ni fifís, somos revolucionarios”, se escucha a lo lejos.
A pesar de los intensos rayos del sol y de lo calurosa que es la tarde, los miles de poblanos que llegan al cierre de campaña no bajan el ánimo y entonan “Barbosa gobernador”. Mismo grito que ha retumbado en los municipios que ha visitado el candidato.
***
“El triunfo de Puebla se lo dedico al presidente de México, a Andrés Manuel López Obrador y a la Cuarta Transformación”, promete Barbosa. Sabe que es el candidato que tiene mayores posibilidades de ganar. Se le nota en el rostro.
Incluso se ve a un Miguel confiado, lleno de energía. A pesar de que dijo que no utilizaría a López Obrador para hacer campaña, es imposible no mencionarlo y reitera que será su aliado. Lo mismo hace Yeidckol. Nadie lo dice pero todos aceptan que la ola lopezobradorista aún continúa dando frutos.
En primera fila se encuentra Gabriel Biestro, Claudia Rivera, Gerardo Fernández Noroña, Mario Delgado, Mario Bracamonte, Juan Pablo Kuri, Alberto Anaya, Carlos Puente. Quienes son la crema y nata de la política actual, del hibrido de Morena, PT y Verde Ecologista.
En segunda fila están los presidentes municipales emanados de “Juntos Haremos Historia”, Armenta, Nancy de la Sierra, su esposo José Juan Espinosa con la camisa desabotonada. El gran ausente es Ricardo Monreal, quien supuestamente llegaría a respaldar a Barbosa.
***
Barbosa y Charito se besan frente a todos, acto que genera ternura entre todos. El beso llega justo después de que el abanderado de Morena habla de la importancia del amor. “beso, beso”, entonan todos.
El candidato nuevamente extiende su mano a la comunidad LGBT: “encuentren a su alma gemela, a su media naranja de acuerdo a sus preferencias sexuales”. En ese momento se hondean las banderas de arcoíris.
Rosario Orozco también es ovacionada por todos porque a lo largo de la campaña ha estado siempre a lado de su compañero. La presidenta nacional de Morena le hace un reconocimiento: “es una gran mujer que ha estado a lado de un gran hombre”. No se equivoca, Orozco ha recorrido el estado junto a su esposo, se ha ganado el cariño de todos.
***
Todos la están pasando bien, menos Alejandro Armenta. Finge estar contento, pero se imagina él como el protagonista del cierre de campaña. Polevnksy no ha perdonado todos los agravios que cometió desde la precampaña. En su discurso ni siquiera lo menciona.
Apenas se nota que está ahí parado, no le dan la palabra. Claudia Rivera sale mejor librada a pesar del desgaste que ha tenido como alcaldesa capitalina.
Barbosa termina su discurso, le levantan la mano. Pero Armenta es el primero en huir del templete, no se queda a la foto final. Se despide de Noroña y nadie más lo vuelve a ver.
Los demás siguen celebrando, se abrazan y desean éxito al candidato Barbosa. La Plaza de la Victoria es testigo del “preámbulo del triunfo” de Miguel Barbosa Huerta y los barbosistas.
