En Puebla, para que alguna víctima de delitos sexuales sea atendida en la Unidad de Investigación Especializada en Delitos Sexuales debe esperar en promedio 2 horas para tener un primer contacto con algún agente del Ministerio Público y cinco horas más para presentar su denuncia.
En contraste, en la Unidad de Investigación Especializada en Robo de Vehículo el tiempo para ser atendido es de 11 minutos mientras que en la Unidad de Atención Temprana Metropolitana es de 7 minutos. Así lo dio a conocer el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado de Puebla (CSSJ) después de un monitoreo realizado tres unidades de Ministerio Público.
En rueda de prensa ofrecida la mañana de este martes 27 de agosto, para dar a conocer los resultados de este monitoreo ciudadano, Hazael Juárez Huetle, coordinador de Proyectos del CSSJ, explicó que de marzo de 2018 a julio de 2019 se realizaron un total de 2 mil 239 encuestas de percepción a víctimas que se presentaban a denunciar alguno de estos tres delitos.
La calificación inicial para los Ministerios Públicos era de 4.9 y finalizó en un promedio de 7.
En la Unidad de Atención Temprana Metropolitana y de Robo de Vehículo, el tiempo de espera mejoró pues para octubre de 2018 era de una y dos horas respectivamente. Sin embargo, el tiempo de espera para atender delitos sexuales incrementó al pasar de los 40 minutos a las dos horas.
En los delitos sexuales no siempre se da información a las y los usuarios como víctimas de este delito. Durante este periodo tampoco se les dio derecho a contar con un asesor jurídico. El único cambio positivo de octubre de 2018 a julio de 2019, es que ya atienden en horarios de comida. Aunque se les proporciona el número de la carpeta de investigación, no se les proporciona copia de la misma.
PÁGINA NEGRA informó que durante julio de este año se registró un repunte en los delitos contra las mujeres en los 50 municipios a los que el gobierno federal activó la Alerta de Género. De acuerdo con las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) se presentó un aumento en feminicidios, violaciones equiparadas, violencia familiar y acoso sexual. Al mismo tiempo se redujeron los casos de violación simple.