Una de las formas más solicitadas durante la contingencia de desabasto de gasolinas por parte de la ciudadanía es el llenado de envases de plástico o garrafones de agua potable.
Para tal efecto, Grupo Imagen constató en un negocio que se dedica a la venta de agua purificada en el municipio de Tlalnepantla de los estándares de calidad que manejan para su llenado y cómo se evita la compra de garrafones en mal estado por algunas personas que llegan a ofrecerlos.
Mateo, joven estudiante de preparatoria que apoya a su padre en el negocio familiar y que cumple su función de entregar garrafones a domicilio, explica el tratamiento que le dan a los envases para su llenado.
Primero cepillamos los garrafones por adentro con un líquido especial para que no se le hagan hongos, después tenemos varias tarjas donde se enjabonan por afuera, luego se vuelven a enjabonar por dentro que es para quitarle el líquido que utilizamos para cepillar y al momento de rellenarlos tenemos rayos ultravioleta que incluye el filtro suavizador y todo ese tipo de procesos para evitar cualquier bacteria, se rellenan y están listos para venderse con un sello de garantía en la tapa del garrafón”.
Al cuestionarle a Mateo si el negocio accede a vender garrafones vacíos a los clientes, este tajante responde que “los garrafones no los vendemos más que con agua, entonces el uso que les den después lo ignoro”.
Es sabido que en algunas estaciones de gasolina en la zona conurbada del Valle de México se permite la compra de gasolina en garrafones de agua potable.
Por otro lado, Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) hizo un llamado a la ciudadanía a denunciar casos de abuso o de alteración en precios de los combustibles.
En este sentido, Carlos manifiesta que algunas empresas han aprovechado la situación para elevar sus precios “la han aumentado sobre todo la premium, al parecer los únicos que han mantenido sus precios son las gasolineras de PEMEX, mientras empresas extranjeras como Schiller, BP han incrementado el costo por litros hasta los 22 pesos”.
A esto le sumamos la espera que se alarga para comprar gasolina y las pérdidas económicas que sufren algunos ciudadanos como Emilio, quien desesperado exclama “está difícil y no podemos generar, estamos parados, más de cuatro horas llevamos acá”.