Al concluir los comicios celebrados el martes en Israel para renovar la Knesset (Parlamento), las encuestas de salida ofrecieron resultados muy cerrados entre el partido Likud, del primer ministro Benjamin Netanyahu, y su principal rival la alianza Azul y Blanco, del exjefe militar Benny Gantz.
Las cifras proporcionadas la noche de este martes mostraban que existe casi un empate entre ambas agrupaciones políticas, por lo que no hay, por el momento, un claro camino sobre quién ocuparía el cargo de primer ministro, pues dependerá del partido que haya obtenido mayoría en la Knesset.
La contienda ha sido muy cerrada, de acuerdo con datos preliminares que en promedio muestran una ligera ventaja para Azul y Blanco, la cual podría estar ganando 37 escaños de los 120 del Parlamento, sobre el Likud que se haría de 36 asientos, según Canal 11.
Los resultados de Canal 12 revelan una diferencia mayor, pues dan 37 escaños para la alianza de Gantz y 33 para el partido de Netanyahu, mientras las encuestas de Canal 13 otorgan 36 asientos a cada uno. El resto de curules quedarían en manos de otros ocho partidos, que no superan siete sillas cada uno.
Tanto el primer ministro Netanyahu como el líder opositor Gantz reclamaron la victoria de sus partidos después de que cerraron las urnas en los 10 mil 720 colegios electorales a través del país, así como en embajadas y consulados en el extranjero.
Aunque el recuento de votos ha comenzado, los resultados definitivos de los comicios serán dados a conocer hasta mañana miércoles por la tarde, pero no se esperan grandes sorpresas sobre las encuestas de salida conocidas este martes.
Las intenciones de voto, recogidas a pie de urna, reflejan la tendencia del voto popular, por lo que de confirmarse en los resultados definitivos, Netanyahu estaría perdiendo sus esperanzas de obtener una victoria fácil, aunque podría contar con el apoyo de los derechistas para formar una coalición.
Sin embargo, el opositor Gantz tendría la misma oportunidad si logra el respaldo de otros partidos pequeños de izquierda que hayan obtenido escaños en este proceso, de acuerdo con reportes del periódico israelí Haaretz.
A minutos del cierre de casillas, la comisión electoral israelí informó que se registró una participación de 61.2 por ciento de los electores convocados durante la jornada, es decir 1.1 por ciento más baja que en los comicios de 2015, pero también la cifra se hará oficial hasta mañana.