Después de una supervisión, el gobierno de Luis Miguel Barbosa descubrió que los arcos de seguridad ya no operaban; durante el sexenio de Rafael Moreno Valle Rosas, su colocación tuvo un costo de 720 millones de pesos.
Según informó la Secretaría de Seguridad Pública, los arcos de Atlixco, Izúcar de Matamoros, Cuapiaxtla, Palmar de Bravo, Huejotzingo y Altepexi serán reactivados ya que la falta de recursos financieros derivó en fallas en la operación de los complejos.
Además, recuperarán los espacios como base de operación interinstitucional para elementos de Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Policía Federal, Fiscalía General de la República, Fiscalía General del Estado y la Marina Armada de México.
La operación administrativa estará a cargo de la SSP y permitirá la instalación, sin costo, de las otras instituciones, para una mejor coordinación estratégica entre los tres órdenes de gobierno. También se generará una Sala de Crisis en cada uno de los arcos y aquellos municipios que cuenten con cámaras de vigilancia se incorporarán a los sistemas de monitoreo.
Mención aparte merece el caso del C5 de Tehuacán, el cual también fue analizado y cuenta con el espacio y tecnología para operar como un arco de seguridad con los ajustes y trabajos necesarios, por lo que será el séptimo espacio con funciones estratégicas.
Con el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas se gastaron 721 millones de pesos en la construcción de los seis arcos de seguridad, sin embargo, en el 2017 solamente fueron aseguradas 45 personas gracias a los millonarios dispositivos.
En campaña, Barbosa había anunciaod ya la recuperación de los Arcos de Seguridad morenovallistas, pues dijo que no eran útiles y que estaban completamente abandonados.