Las autoridades federales tardaron una semana en emitir la contingencia ambiental en Puebla, pues desde el 8 de mayo, los índices de contaminación en las estaciones de monitoreo se elevaron considerablemente sin que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) —encargada de analizare los datos— advirtiera sobre los riesgos que esto podría ocasionar a la salud de los poblanos.
CENTRAL revisó los datos arrojados por los monitores de medición de calidad del aire de la Semarnat, y se corroboró que entre el 8 y 10 de mayo comenzaron a elevarse los niveles de contaminación en la ciudad de Puebla. Sin embargo, fue hasta el 14 de mayo cuando las autoridades emitieron la alerta de contingencia ambiental.
Según los datos del Sistema Nacional de Información de calidad del Aire (SINAICA), la estación de monitoreo ubicada al sur de la ciudad en la colonia Agua Santa, había registrado el 8 de mayo uno de los niveles más grandes contaminación de partículas menores a 10 micras (PM10), pues se registraron 209 unidades de medida y con ello, el riesgo para la salud se encontraba en el rubro “extremadamente malo”.
Asimismo, en las estaciones Las Ninfas y Universidad Tecnológica de Puebla los niveles de contaminación ascendieron a los 200 puntos el 8 de mayo, cifra mayor a la que se registró este 14 de mayo cuando se emitió la contingencia ambiental.
Lo mismo sucedió los días 8 y 13 de mayo. La estación Agua Santa registró en la primera fecha en el rubro de contaminación de partículas menores a 2.5 micras (PM2.5), 162 unidades de medida de contaminación, mientras que para el 13 de mayo, la cifra fue de 115 puntos.
Esto quiere decir que desde el pasado 8 de Mayo debió emitirse la contingencia ambiental en la Angelópolis, ya que desde ese día se superaron los 150 puntos de contaminación permitidos.
Es preciso mencionar que el índice de calidad del aire normal debe tener un intervalo de 0 a 50. De 51 a 100 se considera como regular; de 101 a 150 es mala; de 151 a 200 es muy mala; de 201 a 300 es extremadamente mala y de 301 a 500 se considera como peligrosa.
Los niveles de contaminación en Puebla incrementaron principalmente por las emisiones de partículas suspendidas PM10 y PM2.5, ozono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono.
Sin embargo, también hay otros gases que afectan el sistema respiratorio como el metano, óxido nítrico y el dióxido de carbono.
En su mayoría, las afectaciones que tienen estas emisiones en el cuerpo humano son problemas respiratorios, daños en la retina, irritación ocular, afecciones pulmonares, quemaduras en piel, ojos y en los tejidos de la garganta, entre otros.
Estación Agua santa
En los datos que arroja la estación de Agua Santa se observa que los días 8 y 10 de mayo las partículas PM10 y PM2.5 tuvieron un alcance de 209 y 162 puntos de contaminación, respectivamente.
La cantidad de emisiones de monóxido de carbono —gas que puede afectar la función respiratoria y provocar depresión del sistema nervioso central—, ascendió considerablemente los días 10 y 13 de mayo.
Asimismo, se pudo apreciar un aumento de dióxido de nitrógeno. Este gas perjudica las células pulmonares y puede producir de forma rápida quemaduras en piel.
Estación Las Ninfas
En esta estación de monitoreo se observó que los días 8 y 13 de mayo se presentaron cifras alarmantes del nivel de contaminación de partículas.
En el caso del rubro PM10, el 8 de mayo se registraron 200 puntos y el 13 del mismo mes, cuando el gobierno de la Ciudad de México alertó sobre la contaminación, la cifra era de 191 puntos.
Sin embargo, otras emisiones también ascendieron el 9 de mayo, tal es el caso del óxido nítrico, el monóxido de carbono y el óxido de nitrógeno. Estas tres afectan gravemente la salud respiratoria.
Estación Universidad Tecnológica de Puebla
Este sitio de monitoreo también elevó el 8 de mayo la contaminación de partículas PM10 con 200 unidades de medición. Mientras que el 10 de mayo el nivel más alto fue de 158 puntos en partículas PM2.5.
Otras emisiones que se presentaron desde hace una semana fueron dióxido de azufre, de carbono y óxido cítrico.
