Ante Puebla, Pumas se estaba jugado de lleno un pase a la Liguilla y terminaron desempeñándose sin garra y como si fuera un partido 'de menor importancia'; sin embargo, la benevolencia del futbol mexicano los sigue teniendo vivos matemáticamente, y más con el zapatazo de Juan Manuel Iturbe con el que rescataron el empate.
Universidad seguía teniendo latente la posibilidad de calificar a la Liguilla y para eso no había más opción que vencer al Puebla, pero al parecer no contaban con que pese a que los camoteros ya no peleaban nada, les complicarían la existencia. Incluso, toda la primera parte fue para los locales porque los felinos no generaron una sola oportunidad de peligro, por lo que de no ser por el portero Alfredo Saldívar y la mala puntería poblana, los felinos se estarían lamentando. Y así ocurrió.
Al término del partido se generaron diversos disturbios entre los aficionados de ambos equipos.