29 de Marzo del 2024

Sobrepeso y obesidad: los mitos

Por Betzabé Vancini / /

Tú, yo y el Ello...

Debo confesar que soy muy fan de “Kilos mortales” y “Familia de peso”, programas de Discovery Home & Health, no me los pierdo cada lunes. Sin embargo, parte de mi trabajo en el consultorio es abordar las causas profundas que llevan a las personas a perder el control con la comida y por ende, a subir de peso hasta poner en riesgo su salud. No es ningún secreto que tanto el sobrepeso como la obesidad son condiciones que detonan enfermedades crónico degenerativas como la diabetes o la hipertensión que además le cuestan muchísimo dinero al sistema de salud pública. Estas condiciones son además, motivo de burla o escarnio en las escuelas, centros de trabajo o dentro de la familia, lo que lleva a las personas que la padecen a sentirse frecuentemente rechazadas y avergonzadas, situación que les produce más ansiedad y por ende, más impulsividad a la hora de comer. Es decir, es un círculo vicioso que parece no acabar nunca: a mayor juicio, menor control con la comida. 

Todo empieza por una cultura que gira en torno a la comida pero que desdeña los obesos como si fueran una plaga y muchos profesionales de la salud no ayudan a que la gente se informe de manera objetiva y sin prejuicios. Decidí hacer una lista de mitos comunes sobre la obesidad y sobrepeso que muchas veces propagan los mismos médicos y hasta ¡nutriólogos!

Mitos sobre la obesidad y sobrepeso:

⁃ “Gorditos pero felices”, sin duda esto es un mito y te voy a contar por qué: cuando tenemos sobrepeso u obesidad nuestro cuerpo se encuentra trabajando siempre a marchas forzadas para hacer tareas que serían sencillas para una persona con un peso saludable, -por ejemplo, levantarte de una silla- y este esfuerzo excesivo hace que las personas eviten actividades recreativas que requieran esfuerzo físico. Otra cuestión es que, cuando comemos demasiados carbohidratos, nuestro cerebro deja de producir serotonina y nos sentimos menos motivados, más cansados y por ende menos felices lo que incluso puede llegar a convertirse en depresión. 

⁃ “La gente es gorda porque quiere,” No, no, y no. Existen múltiples factores que impactan nuestro peso y nuestra retención de masa grasa. Estos factores van desde problemas de tiroides, desequilibrios hormonales, problemas renales y hasta tumores cerebrales de hipófisis. Asegurar que alguien no baja de peso porque no está llevando su dieta y no haberle hecho análisis clínicos es IRRESPONSABLE e incluso insensible. La gente que afirma esto no sabe lo frustrante que es hacer un plan de alimentación al pie de la letra, ejercitarse diariamente y aún así no bajar nada, y son cosas que suceden por razones médicas que no hay que ignorar. 

⁃ “Si yo puedo, tú puedes.” Muchos profesionales de la salud usan su ejemplo para motivar a sus pacientes y en algunos casos funciona, pero en otros no. Esto se debe a que no todas las personas estamos configuradas de la misma manera en cuanto a nuestras motivaciones y niveles de energía. Además, nuestra relación con la comida es un reflejo de nuestro estado emocional y mientras éste no sea estable, comeremos de más o comeremos cosas que nos dañan. Cualquier persona que se alimenta mal -sea obesa o esbelta- tiene de fondo un problema de autoestima que se refleja en sus hábitos en general y esto debe trabajarse en terapia. 

⁃ “Es mejor la cirugía gástrica o tomar pastillas”. No, ambas cosas son remedios de emergencia cuando el sobrepeso ya amenaza tu vida y son remedios a corto plazo. Ni la cirugía ni las pastillas van a servir de nada si no modificas tus hábitos de manera PERMANENTE. Te recuerdo que no se trata de hacer dieta sino de cambiar tu estilo de vida. 

⁃ “Tienes que llegar a tu peso ideal”. Lo diré fuerte y claro: EL PESO IDEAL NO EXISTE. No lo dictamina un médico ni un nutriólogo/a, ni es un número en la báscula o una talla de pantalón. El “peso ideal” es en el que te sientes bien con tu cuerpo, tu salud está en adecuado equilibrio y tu constitución corporal tiene un adecuado balance entre la masa muscular y la masa grasa. ¿De qué te sirve un número menor en la báscula si enfermarás porque estás enclenque? ¿O para qué quieres masa muscular voluminosa si vas a llenar tu cuerpo de suplementos dañinos y hormonas? Ahí es donde se pierde el objetivo de estar sano/a. Confundimos delgadez con salud y no son la misma cosa. 

⁃ “Si no logro llegar a mi meta voy a defraudar a mi nutriólogo/a o a mi psicoterapeuta.” No vas a defraudar a nadie porque la meta es TUYA. El proceso es tuyo, la responsabilidad es tuya y los beneficios son tuyos también. Si tu médico, nutricionista o psicólogo/a te presiona o te hace sentir que le estás quedando mal, solo quiere decir que está poniendo SUS expectativas en ti en lugar de acompañarte en este proceso y hacer su trabajo de ayudarte a disminuir los obstáculos que te impiden avanzar, incluso cuando esos obstáculos son tu propia resistencia al cambio. 

⁃ “Los gordos/as no son atractivos para nadie.” Este chiste se cuenta solo así que no me adentraré y solo diré que el amor y la atracción no tienen talla. 

⁃ “Es que sí quiero bajar pero no me dejan.” A veces nos encontramos en entornos donde lejos de ayudarnos a mejorar nuestros hábitos, entorpecen el proceso. Frecuentes pasteles de cumpleaños en las oficinas, salidas a comer con familia y amigos, aplicaciones para pedir comida, una diversidad gastronómica digna de ser una gran tentación para cualquiera y, en algunos casos, hasta contextos familiares que satanizan la delgadez. Algunas veces, la comida debe ser tratada como una adicción y es sano alejarse de entornos donde hay “compañeros de consumo” que no ayudan a tener más autocontrol. 

Creo que lo más importante es entender que el sobrepeso y la obesidad son problemas que van mucho más allá de la estética corporal. Son condiciones que causan problemas cardíacos, hepáticos, renales, de infertilidad o de embarazos de alto riesgo en los que los bebés nacen con sobrepeso o diabetes. Además, el sobrepeso y la obesidad le restan años a tu vida como si fueras un fumador activo que consume más de veinte cigarros al día. ¿Qué futuro quieres vivir?  

A mí me tomó 30 años entender que el ejercicio debía ser parte de mi vida, empecé haciéndolo a fuerza y sin ganas, pero un día todo empezó a ser más fácil y ahora es mi actividad favorita para empezar el día. Sin embargo, no espero que todos/as mis pacientes se identifiquen con esto ni espero que lo hagan como yo, cada quien tiene su tiempo y su proceso. Todos los procesos son respetables. 

Es mejor trabajar paso a paso el origen de esa relación disfuncional con la comida y apuntalar el autoestima para que tengas todos los días en mente: MEREZCO UNA VIDA LIBRE DE ENFERMEDAD. 

Afortunadamente, cada día habemos más profesionales de la salud que utilizan la compasión como herramienta para ayudarte a avanzar en este camino de cambiar tu estilo de vida. Un número en la báscula no te define, no vas a aprobar o reprobar un examen, vas a invertir en una vida mejor para ti ahora y en el futuro. 

Bien dicen que la disciplina es dejar lo que quieres ahora para trabajar por lo que realmente quieres, y créeme, vale la pena tomar este camino que aunque es largo, es seguro. Nunca es tarde. 

Como siempre, estaré atenta a todos tus comentarios y preguntas vía Twitter. Me encuentras como @betzalcoatl