A nadie le queda la menor duda que Miguel Barbosa va por todo, y ante las amenazas en las que se han convertido los senadores, Alejandro Armenta Mier y Nancy de la Sierra quienes luchan por arrebatarle la candidatura al gobierno del estado, el ex perredista decidió apretar las tuercas, los tornillos y acelerar el paso.
Primero envió al representante de Morena ante el IEE, Juan Pablo Cortes Córdova a la ciudad de México para dejar un escrito al Consejo General del INE solicitando la asunción de la elección extraordinaria, como no lo pelaron mandó un oficio a cada uno de los consejeros haciendo la misma solicitud. Sin embargo, para que el Instituto Nacional Electoral atraiga la elección, deben hacer la solicitud al menos 4 consejeros nacionales o el IEE.
Dicha decisión se tiene que tomar antes del próximo jueves 31 de enero, plazo para emitir la convocatoria, por lo que el sequito de Barbosa está haciendo hasta lo imposible para que el INE asuma el proceso electoral extraordinario antes de esa fecha, aún le quedan tres días para lograr el cometido.
Incluso, los barbosistas quisieron difundir en los medios de comunicación la versión de que los consejeros del IEE estaban de acuerdo en que el INE asumiera la elección, por lo que retomaron un boletín que publicó el órgano electoral y que fue sacado de contexto completamente, ya que en el comunicado los consejeros refieren que están en toda la disposición de trabajar con el Consejo General del INE, pero aseguran que ellos tienen la capacidad, los instrumentos y todo lo necesario para realizar las elecciones.
Ahora Barbosa ataca otro frente: al mismo tiempo en que hace hasta lo imposible para que el INE atraiga la elección de Puebla, también inició una estrategia para apoderarse de una vez por todas del Consejo Estatal de Morena. A través de los pocos consejeros que tiene de su lado, está llamando al resto de los integrantes para presentarlos con Mario Bracamonte, el delegado que nombró Yeidckol Polevnsky en sustitución de Gabriel Biestro en la dirigencia estatal.
Incluso, está planeando cambiar de sede el Comité Ejecutivo Estatal de Morena para que no tengan cabida en las nuevas oficinas los secretarios partidistas que están en contra de Barbosa, y les quiten margen de maniobra o ya no puedan tomar decisiones dentro del comité. No cabe duda, al mero estilo del ex perredista.
También está claro que la campaña electoral y el próximo gobernador se definirá en el proceso interno de Morena. Quien gane la candidatura de ese partido político se convertirá en el mandatario estatal, el PRI y el PAN solo participarán de relleno. Por esa razón, la guerra al interior del partido lópezobradorista se está recrudeciendo y se agudizará más con el paso de los días.
Y mientras Barbosa ha emprendido estas dos estrategias al mismo tiempo, Alejandro Armenta decidió no quedarse de brazos cruzados y también comenzó a mover sus piezas. Además de consolidar la estructura que viene trabajando desde hace meses, de seguir cooptando a los pocos priistas que quedan, ahora sumó a los diputados Héctor Alonso y Yadira Lira; el sábado fue presentado por la senadora de Tlaxcala, Lilia Rivera lo presentó como el próximo candidato de Morena al gobierno y fue cobijado por Ricardo Monreal.