Lo que está ocurriendo en la frontera colombo-venezolana es bastante complejo.
Hace apenas unos días, los ojos de muchos venezolanos se iluminaron al
ver por internet, pues por tv ya no se puede, cómo camiones de alimentos
y medicinas estaban a punto de entrar a Vzla...y de repente, no fue
así, los que no fueron quemados, aún están a la espera.
Quemar alimentos y medicinas no debe tener perdón de Dios...pero si lo
tuviera, entonces que no lo tenga en la tierra, pues debería ser delito
de crimen de lesa humanidad quemar aquello que preserva la VIDA.
Se alega soberanía para no dejar entrar camiones de carga de origen
extranjero, más es el pueblo, flaco y vulnerable, ya en sus huesos, el
que ha exigido, en su mayoría, se proteja su derecho fundamental a la
vida, en aras de su soberanía.
No es un intento de invasión de territorio que incita a la guerra lo
que se intenta con la entrada de ayuda humanitaria a Venezuela. Que
quede claro a nivel internacional, por si aún quedan dudas, que es una
guerra contra la vida del pueblo venezolano la que se sustenta día
tras día en la represión militar, mientras no hay acceso normalizado a
los alimentos y mientras no exista abastecimiento nacional de
medicinas. La guerra es del gobierno ilegítimo contra el pueblo, esto
ya no es legítima soberanía...
Si se comprende la urgencia de la necesidad de entrada de alimentos y
medicinas al territorio venezolano, cada hora que pasa, tal vez se
comprenda que esto ya no tiene qué ver con retórica ideológica "desde
adentro" ni con heroísmos de internacionales "desde afuera". Urge la
preservación de la VIDA, especialmente para niños y ancianos
venezolanos.
Si se comprende la urgencia de la intervención
humanitaria, comprendemos que ya no es un tema de forma, sino de forma y
de fondo...La ayuda humanitaria debe pasar urgentemente, SÍ O SÍ, y
ésta ayuda no debe tener bandera de ningún color, debe ser hecha por
mera compasión a la necesidad ajena, al menos ESA ES LA ESPERANZA.
Gracias por leerme.
EL HADA DE GUERRA.