Las cifras que publicó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dejaron ver que los programas aplicados para combatir la pobreza en una década fueron un fiasco y los recursos prácticamente están en la basura. Entre 2008 y 2018, en lugar de reducir este indicador, 58 mil personas se sumaron a esta estadística de la vergüenza.
Los gobiernos de Mario Marín Torres —el último priista— y los de Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad —los dos primeros del PAN— no marcaron una ruta para sacar a Puebla de los primeros lugares de pobreza.
Puebla se mantiene en quinto lugar nacional con el mayor porcentaje de su población que sufre para tener alimentación, vivienda, acceso a servicios de salud y con salarios paupérrimos.
En 2008 cuando tenía el poder el marinismo, 61.5% de la población estaba en pobreza. Para 2016, año en que gobernaba Morena Valle, el porcentaje bajó a 59.4%. En 2018, Antonio Gali lo dejó en 58.9%.
Sin embargo, en la revisión del número de personas con carencias se observa un incremento. Hace 10 años, la cifra global de pobres era de 3 millones 705 mil personas en esta condición. Para 2018, la cifra cerró en 3 millones 763 mil.
Aquí se observa un aumento de 58 mil pobres, lo que deja ver, que Puebla permanecerá sumida en los últimos lugares a nivel nacional en este tema.
En las cifras publicadas por el Coneval, se tiene que reconocer que el morenovallismo logró reducir exponencialmente la pobreza extrema. En 2008, más un millón de poblanos estaba en esta condición. Una década después la cifra es de 551 mil.
Sin embargo, Puebla se mantiene con los mayores índices de pobreza en el país. La última década prácticamente estuvo perdida y la pobreza se mantiene en los mismos niveles.