26 de Abril del 2024

Un puñado más de diputados mochos que no despenalizará el aborto en Puebla

Por Osvaldo Macuil / /

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Una vez que inició la LX Legislatura del Congreso de Puebla controlada por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se pensó que solo era cuestión de meses para que los diputados locales pusieran al estado a la vanguardia con la despenalización del aborto y la legalización de los matrimonios igualitarios.

Hoy el escenario es totalmente diferente, pues la mayoría de izquierda no ha movido un solo dedo y el tema jurídico en estos aspectos se mantiene igual a como cuando gobernaba la derecha del Partido Acción Nacional (PAN).

Ayer, la diputada del PRI, Rocío García Olmedo presentó una iniciativa que podría tomarse como un primer paso para llegar a despenalizar el aborto.

Su iniciativa contempla reformar el artículo 342 del Código Penal de Puebla y reducir el castigo. De entrada propone que la pena actual de seis meses a un año de prisión a las mujeres que interrumpan el embarazo, baje a un periodo de 3 a 6 meses.  

Y al mismo refiere que en lugar de que sean recluidas en un Centro de Readaptación Social, mejor realicen hasta 300 días de servicio a la comunidad.

Así como está redactada, no es por lo que han peleado grupos y organizaciones pro-aborto, puesto que seguiría siendo castigado y perseguido.

Pero ya con un análisis más frio, es un primer paso para dejar de criminalizar el tema. Que una mujer ya no tenga que ir a prisión por abortar sería una avance, mínimo, pero al fin avance.  

Aunque no es una reforma de fondo, el Congreso de Puebla prácticamente se incendió ayer por un  puñado de diputados mochos que ven amenazados sus ideales de ultraderecha y que no están dispuestos a ceder. Como siempre, se les olvida que representan a la sociedad y no solo a sus creencias.

Los panistas Mónica Rodríguez, Oswaldo Jiménez, Nancy Jiménez y Raúl Espinosa. Los de Compromiso por Puebla y Movimiento Ciudadano, Uruviel González y Carlos Morales. Así como los morenistas, Cristina Tello y Héctor Alonso Granados sacaron sus pañuelos azules que representan la campaña antiaborto y con orgullo los pusieron en un su curul.

No conforme con ello, llevaron al Frente por la Familia, una organización ligada a la Iglesia Católica, para que gritará en el Pleno del Congreso y dejarán mensajes como: “yo fui adoptada no abortada”.

Si solo por una propuesta para reducir el castigo y que las mujeres ya no vayan a prisión, estos diputados enloquecieron, no me quiero imaginar cuando se presente la iniciativa para despenalizar el aborto. Seguramente se van a crucificar en la tribuna del Congreso.