Una de las primeras acciones que hará Luis Miguel Barbosa en caso de convertirse en gobernador de Puebla es revocar la mayoría de las 34 notarías entregadas al final del sexenio de Rafael Moreno Valle y en la administración de Tony Gali.
Así lo advirtió el ahora candidato de Morena al gobierno de Puebla, el pasado 16 de abril, fue una declaración poco comentada porque estábamos en plena Semana Santa y en vísperas de los días santos y ¡las vacaciones!
El candidato se atrevió a hacer esta promesa de campaña porque ya le han entregado un expediente minucioso sobre cómo fueron entregadas dichas patentes.
Sabemos que las notarías fueron entregadas como pago de facturas a exfuncionarios y operadores morenovallistas, pero esos argumentos no pueden usarse para retirarles la patente.
No será una venganza política, se hará conforme a la Ley de Notariado, pues en el análisis entregado a Barbosa consta que los beneficiarios de las notarías incumplían con los requisitos al momento de su designación.
Los requisitos que no cumplieron son los establecidos en el artículo 34.
El análisis reveló que la mayoría no pudieron acreditar dos cosas, principalmente:
1. Su asistencia a eventos académicos organizados por el Consejo de Notarios, durante el último año previo a su solicitud de examen, como lo establece la fracción II
2. Comprobar que durante un año natural ininterrumpido practicaron, por lo menos, cuatro horas diarias, bajo la dirección de algún Notario, como lo establece la fracción III
Estos dos son los argumentos fulminantes mediante los cuales se retirarán la mayor cantidad de patentes posibles.
Si los morenovallistas beneficiados veían en sus patentes su jubilación, que la den por perdida.