Cuando Selene Ríos, Yonadab Cabrera y yo fundamos CENTRAL, una de las cosas que más trabajo nos costó fue entender la transición de un periódico impreso, como lo era Cambio, a uno completamente digital.
Durante mucho tiempo trabajamos por la "edición de mañana" y en el día solo por los avances de las ruedas de prensa e información que saliera a la marcha. Subimos, incluso, durante los primeros meses las notas en programación HTML, cuando nos enteramos que existía Joomla creímos haber descubierto la octava maravilla de la era de la prensa.
Éramos reporteros sin la experiencia de la dirección total de un medio de comunicación con todo lo que ello implica.
Selene Ríos construyó hasta el último día que su enfermedad se lo permitió, porque escribió y trabajó aún con el cáncer sobre ella, los cimientos más fuertes durante los casi cinco años que estuvo al frente.
Ideó la totalidad de las notas y reportajes más relevantes de CENTRAL, ordenó un rediseño completo a rosa, apoyó a Edmundo Velázquez cuando en 2016 crearon exitosamente Página Negra, enseñó a César Roa cómo operar las redes sociales de una manera fresca e innovadora.
Muchos centralitos, como los llamaba, tuvieron la fortuna de aprender de ella: David Ortega, que saltó del barco casi a la par que nosotros; Laura Valderrábano, Esteban de Jesús López, Iris Cano, Salvador Rugerio, Jesús Viñas. Dania Nájera atendió muchos de los temas que más odiaba resolver, los administrativos.
Construimos un micro sitio para el Caso Chalchihuapan, otro para los presos políticos del sexenio de Rafael Moreno Valle y mapeamos cada una de las muertes violentas contra las mujeres en Puebla, un conteo de feminicidios que nos ha distinguido de los demás medios de nota roja.
Hicimos decenas de reportajes para dar a conocer los excesos del sexenio de Rafael Moreno Valle: deuda, Proyectos para la Prestación de Servicios, sobre costo de obras, obras faraónica y fuimos los primeros en revelar su intención de privatizar el agua.
Su dolorosa muerte en diciembre de 2016 trajo obligados cambios a la estructura de CENTRAL, sus hermanos Arquímides Ríos e Irlanda Ríos asumieron el control de la parte accionaria de Selene y son ahora partícipes de las decisiones que se toman en el medio de comunicación que nos fue heredado.
La confianza de Quimi e Irlanda, y de los papás de Selene, Doña Soco y Don Chilolo, me convirtió en directora. Esta historia de reacomodo es por supuesto difícil de contar, porque esos cambios estuvieron supeditados a la muerte de nuestra querida Selenita.
Su trabajo esos años en CENTRAL continua hoy en día reflejado en las visitas, el grado de influencia y de referencia que hemos logrado. Estoy segura que a todos, sobre todo a su familia, nos duele el hecho de que no pueda ser testigo hoy del crecimiento de La CENTRAL, como sus sobrinos cariñosamente nos llaman. Que hoy no pueda estar para celebrar estos siete años.
La historia de que los planes de Selene Ríos permanecen desarrollándose hasta este momento es completamente real, en 2016 ella, Yonadab Cabrera y Gaby Pérez Bazán comenzaron un nuevo proyecto que pronto verá la luz bajo la dirección de Yonadab y Laura Valderrábano, y con el apoyo de Gaby.
Seguimos trabajando, hemos mejorado ya el "Home" de nuestra página web a un formato más amigable y sencillo para el uso de nuestros lectores. Planificamos ediciones nuevas durante todo el día, con Yonadab Cabrera como subdirector y Osvaldo Macuil como jefe de información, con nuevos reporteros, diseñadores y operadores de redes.
Hemos generado una nueva estrategia en redes que trabaja para crear una "comunidad" entre los lectores de CENTRAL y Página Negra.
A inicios de 2016 cerramos un convenio con SinEmbargo.mx y hasta hoy seguimos siendo sus proveedores de la información más importante de Puebla.
Celebramos estos siete años, según el Ranking de Alexa, en el cuarto lugar como el medio de comunicación más leído de Puebla. Para no generar polémica, quien guste puede consultar la posición en la que se encuentra en este link: https://www.alexa.com/siteinfo
El que nosotros prestamos fue consultado el 26 de marzo de 2019.
¡Vamos por más años de Periodismo Irreverente!
