El director de Puebla Comunicaciones, Pedro Gómez Castillo no solo es investigado por armar un complot en contra de la titular de Comunicación Social del gobierno estatal, Verónica Vélez Macuil.
El aún funcionario de la 4T podría enfrentar cargos mucho más escandalosos por favorecer a sus amigos y a su hermano Miguel Gómez con contratos en la impresión de todo tipo de publicidad, espectaculares y usar sus influencias para conseguir convenios con diferentes gobiernos municipales de Morena.
Las firmas involucradas son Banner Graphic, Veinte 13 y Mega Estructuras Publicitarias.
Pero todo este entramado de empresas para lograr contratos de los gobiernos de Morena en Puebla surgió, me cuentan, gracias a una bonita amistad que nació en sus tiempos de estudiante del Colegio Benavente.
Ahí hizo dos grandes amigos Armando Espinosa y Carlos Roberto Sarquis Martínez.
El 22 de junio lo felicitó publicamente por la nominación a un premio, pero la cuenta de Twitter @veinte13 también ya fue borrada. en un afán de esconder toda relación ante una posible investigación.
A su amigo Carlos Roberto Sarquis lo colocó como subdirector de Difusión y Promoción de Puebla Comunicaciones, según consta en el directorio de la dependencia, para tenerlo como su persona de confianza en la contratación de las empresas publicitarias, todas a su conveniencia, uno de ellos, Armando Espinosa.
Carlos Roberto además es socio de la empresa Veinte 13, que hasta la mañana del lunes aún aparecía con su fanpage en Facebook y que por la tarde, después del escándalo del complot, ha sido suspendida.
Armando Espinosa lleva la firma Banner Graphic que al parecer ya investigan por haber obtenido contratos con ayuntamientos de Morena a petición expresa de Pedro Gómez y no dudan que también haya sido beneficiado en cuanto tomó la dirección de Puebla Comunicaciones.
Pero eso no es todo, lo que realmente está poniendo a temblar a este grupo de muy mejores amigos, son los contratos que pudieron haberle entregado o conseguido a Mega Estructuras Publicitarias.
Pues resulta que la sociedad formalmente está constituida por los familiares de Sergio Riquelme Novoa, pero temen que sea favorecido con ella el hermano de Pedro, Miguel Gómez.
Hasta ahora Transparencia arroja un contrato a esta empresa por 788 mil pesos para la pre campaña de Morena este año y están a la espera del vaciado de datos del tercer trimestre para conocer cuántos obtuvo y de qué dependencias y gobiernos una vez que Pedro Gómez tomó protesta como titular de Puebla Comunicaciones.
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Por cierto, los cercanos al director de Puebla Comunicaciones intentaron en los medios correr la versión de que el operativo que se llevó a cabo en la mañana en sus instalaciones, no era más que una diligencia para hacer una visita del predio, que es investigado por su venta irregular en el gobierno morenovallista.
No mintieron, pero ocultaron que se trató de dos operativos, uno, sí, para el tema del litigio por el predio, para ese ocuparon una patrulla estatal por si intentaban oponerse a la diligencia.
Pero las otras dos patrullas que estaban afuera de Puebla Comunicaciones eran del Área de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública.
Ellos sí estaban en un operativo por amenazas contra funcionarios del gobierno estatal lanzadas desde redes sociales.
Corren los primeros días de la administración de Miguel Barbosa y Pedro Gómez ya protagoniza el primer gran escándalo de la administración morenista.