Una designación de la titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, María de Lourdes Rosales —mejor conocida como “La Tía Lulú”— provocó que más de dos voltearan los ojos.
Y ahora tiene su propio sobrino incómodo.
Y no necesariamente un sobrino de su sangre.
Se trata de un sobrino político.
Resulta que María del Carmen Fernández López, sobrina de la secretaría tiene su pareja.
—Como cualquier persona y es muy libre de hacer de su vida un papalote.—
Pero, lo que la gente está tildando de un escándalo es que el novio consiguió chamba con la Tía Lulú.
Así es, el sobrino incómodo político es Aníbal Ramírez Guzmán.
Y hoy es el director del Centro de Estudios e Investigación en Seguridad Pública y Política Criminal.
Eso es lo que han criticado varios funcionarios de la SSPTM.
¿Cómo es que la Tía Lulú beneficia al novio de su sobrina?
Anibal gana alrededor de 60 mil pesos mensuales, lo cual tampoco se criticaría si no hubiera policías mal pagados.
Además de que el sobrino incómodo llega a la hora que quiera y llega tarde porque se la pasa paseando a sus perros a las once de la mañana en semana laboral.
Eso sí, sus perros están p-r-e-c-i-o-s-o-s.
La bronca es que algunos de los policías han notado tanta complacencia con el sobrino Anibal.
Se pregunta cómo es que la tía Lulú es tan exigente con los uniformados y sus nuevos y flamantes jefes de sector, pero al amor de su sobrina María del Carmen lo protege.
Dicen por ahí: “Ves la tempestad y no te hincas”.