19 de Abril del 2024

Se va Cárdenas de la Policía Estatal y llega... ¿un desconocido?

Por Edmundo Velázquez / /

CuentaHastaDiez

Dicen que el karma existe.

Y que incluso existe el karma instantáneo.

La noche del 6 de agosto un camión de la Ruta 25 chocó contra la camioneta del director de la Policía Estatal, Carlos Cárdenas Ramírez.

El choque ocurrió en la 16 de septiembre y la 105 poniente. Y fue comentadísimo entre los uniformados por lo lépero que se puso Cárdenas.

El director de la Policía Estatal aseguró que resultó herido y reventó en contra de paramédicos del Servicio de Urgencias Médicos Avanzadas (SUMA).

“¡Valen madre! ¿¡Qué no saben quién soy yo?!”, les dijo cuando atendieron a un pasajero de la Ruta 25 herido y no a él, que consideraba estar mucho más grave.

El resultado fue que, en su berrinche Cárdenas pidió a sus muchachones moverlo al hospital y que lo checaran. Él mismo se incapacitó por su esguince y se quedó en la camita del hospital.

A toda madre.

Pero, no contaba con las vueltas del destino. Y el –perro, maldito, hijo de la fregada– karma.

El karma le llegó más rápido.

Las mentadas de madre que profirió contra los paramédicos de SUMA ahora las estaba recibiendo de sus superiores.

Cárdenas se lavó las manos de la crisis de Cohuecan y Tepexco por estar hospitalizado por un esguince leve.

Y horas después ya habían caído 7 personas muertas.

El funcionario estatal aseguró que estaba incapacitado y dijo que le hicieran como quisieran.

Así que el secretario de Seguridad Pública Estatal, Miguel Ildefonso Amezaga, cobró su primera cabeza y le dio las gracias.

Cárdenas no ha presentado la renuncia que le exigieron desde el gobierno de Luis Miguel Barbosa pero ya tiene hasta su reemplazo.

Seguramente alargará el tema de su incapacidad para no dar la cara aunque ya trascendió su reemplazo.

Será el perfecto desconocido Salvador Tablada quien llegue a su relevo.

¿De dónde viene? ¿Quién es? Quién sabe...

¿Dará resultados? Quién sabe...

Es urgente que llegue alguien, que aunque no sea famoso, ponga orden porque las cosas comienzan a hacer agua en el buque del Almirante.