Jaime Huerta quiere ser el próximo Fiscal de Puebla pero no es nada discreto.
Mire, si en estos momentos le estoy contando que el Fiscal Regional de Investigación aspira a robarle el cargo a su jefe, Gilberto Higuera Bernal, eso quiere decir que es bien obvio y medio vulgar para hacer la barba.
Resulta que entre los eventos de campaña en Tehuacán para el candidato a la gubernatura de Puebla por el Movimiento de Regeneración Nacional, Miguel Barbosa, hubo uno bien bonito y bien emotivo.
Fue una comidita, sencilla, tranquila, con un montón de gente, parientes y amigos de toda la zona de Tehuacán y municipios cercanos.
La comilona fue en un salón de eventos propiedad de la esposa de Jaime Huerta.
(A quien por cierto, como a otros de sus familiares, se les están multiplicando las propiedades.)
Bueno, en el salón de la esposa de Jaime Huerta (una de las tantas propiedades que les salieron a raíz del paso del funcionario por la adminsitración Carrancá) se dio el pachangón, se convirtió en mitin de campaña y se lanzaron los ya muy comunes gritos: “¡Barbosa, Gobernador!”
Una semana después, al escritorio del candidato cayó un folder.
De esos de color crema, sin chiste. Y adentro venía la información de nuestro personaje en cuestión, también sin gran chiste.
El folder para Barbosa contenía el curriculum de Jaime Huerta.
Y pues todo mundo pensó mal.
A Barbosa ya le estaban cobrando el evento y el apoyo en ciertas zonas de Tehuacán porque el mensaje llegó.
Y el que entendió, entendió.
Jaime Huerta le pidió el cargo de Fiscal General del Estado ahora que vinieran todos los acomodos en caso de que gane las próximas elecciones.
Obviamente Barbosa mandó el folder a su archivo de asuntos sin importancia, al lado de todos los curriculums que está recibiendo en estos momentos.
Casual, el dato llegó a oídos del jefe de Jaime Huerta. Y Gilberto Higuera Bernal, el Fiscal (interino) General del Estado ya mandó un par de mensajes.
Si usted es un abusado lector de los mensajes cifrados y se ha percatado de algunas campañas contra Jaime Huerta es precisamente por eso.
Si algo le sobra a Gilberto Higuera Bernal es elegancia. Si algo le sobra a Huerta, también es elegancia.
Así que Huerta ya está en la mira del todavía Fiscal.
No dude que se de alguna separación por motivos de salud en próximos días.
Y si no es la de Huerta será la de un par de rémoras que tienen en la Fiscalía y que le heredó la era Carrancá.
Ah, un detalle que no sabe Jaime Huerta, es que Gilberto Higuera Bernal no organiza pachangas pero sí amarra en la cúpula nacional de Morena su permanencia en el puesto.
Seguro él también va a mandar su folder color crema, pero a la elite que impusla a Barbosa desde nivel nacional.