Mucha gente dice que es una bendición ser cagado por una paloma.
Dejar las llaves adentro de tu casa y esperar a que tu hermano llegue una hora después para abrirte.
Caerte en el gimnasio frente a la persona que te gusta.
Estar a punto de hacerte popo en los pantalones.
Y un sinfín de cosas.
Sí, para mucha gente eso es una bendición, pero para los que tenemos la desdicha, la infortuna, y la mala suerte, no creemos que eso sea una bendición, salvo porque a veces le caemos bien a la gente, pero ni así, porque los personajes favoritos de las personas siempre son los héroes, los que se las dan de todas, todas.
Los que siempre andamos metiendo la mata, solo somos simpáticos y agradables, pero nadie quiere ser como nosotros y menos tenemos fans o somos ídolos de alguien.
A las pruebas me remito.
Tenemos al Coyote de El Correcaminos, lleva tantos años tratando de cazarlo para comérselo y nunca se le ha hecho.
Tom de Tom y Jerry, este hermoso gatito gris siempre se quiso comer al ratón café y nunca pudo. Todo le salía mal.
También tenemos al equipo Rocket de Pokemón, por más que quiso quedarse con Picachu los integrantes de estos aprendices de Pokemon terminaban mordidos, fumigados, y destrozados.
Mi adorada y querida Claudia Rivero también se suma a la lista, y ahora comprendo por qué soy de sus pocos fans.
Y por supuesto yo. Siempre me salen mal mis planes, algo los estropea y termino embarrándola más. Ya les expliqué en las primeras líneas algo de lo que me ha pasado, de las tantas y tantas experiencias a lo largo de mi vida.
Pero bueno, después de toda esta relatoría y de ver que no soy el único al que todo le sale mal y una persona que he tocado, he palpado, he escuchado y saludado, tiene el mismo destino que yo, me hace relajarme y sentirme afortunado.
