Tragedias

Atzala, la tragedia que se pudo evitar: hace meses reportaron daños estructurales en la iglesia (VIDEO y FOTOS)

- Foto: Especial

Sergio Montiel, sacristán de la parroquia y sobreviviente, relató que con sus manos retiró el escombro para rescatar a Ismael Escamilla, de quien hasta el momento se desconoce su estado de salud

Por Jesús Viñas / @jess15710

/ Atzala, Puebla

De la parroquia Santiago Apóstol en el municipio de Atzala, Puebla, solo quedan las cuatro paredes y una cúpula que está por caer; el techo mató a 12 personas y tiene en vilo la vida de dos víctimas más. Sin embargo, esta tragedia se pudo haber evitado si los gobiernos hubieran escuchado las denuncias sobre el daño estructural que tenía el templo.

VER: El bautizo que tuvo la desgracia de encontrase con el temblor en Atzala, Puebla (VIDEOS)

Los párrocos y feligreses ya se habían dado cuenta de que la iglesia tenía grietas. Después del temblor de la madrugada del viernes 8 de septiembre, las denuncias siguieron sin ser escuchadas y ninguna autoridad, como el INAH, acudió a verificar los daños que tenía o si se acrecentaron con el fenómeno telúrico registrado.

Así que al terremoto de 7.1 grados en escala de Richter del pasado martes 19 de septiembre solo le bastaron 30 segundos para derribar el techo de la iglesia a Santiago Apóstol y sepultar a más de una decena de personas, quienes iban a bautizar a la pequeña Elideth.

En una charla con medios de comunicación, Sergio Montiel, sacristán y sobreviviente de la tragedia, narró que el sacerdote de nombre Néstor iba a dar la primera lectura cuando el sismo azotó el municipio de Atzala.

Sergio recordó que lo único que hicieron el padre vicario y él fue resguardarse en una de las paredes de la sacristía, la cual de milagro no se derrumbó pese a estar cerca de la cúpula que acabó con la vida de 12 personas.

Comentó que solo escuchó los gritos de Ismael, quien pedía que lo ayudaran. Señaló que lo único que pudo hacer fue excavar con sus manos para sacarlo, mientras el vicario corrió para conseguir una tabla que fue utilizada como camilla, ya que no había ningún cuerpo de emergencia cerca. 

 

Nos quedamos pegados al muro de contención.  El sacerdote pidió ayuda, regresó con una tabla. A Ismael lo sacamos con la tabla como si fuera camilla. Aparentemente no había servicio de ambulancia. Las demás personas ya no pudieron salvarse. Como todo el techo se cayó fue imposible que pudieran salir. Yo salí ileso”, indicó.

Con ojos de tristeza, Sergio Montiel narró que desde hace aproximadamente cuatro meses, los feligreses ya habían reportado al municipio y las autoridades del estado que la iglesia tenía grietas y podía generar algún accidente. Sin embargo –dijo- no hicieron nada y hoy se ven las consecuencias. 

Ya presentaba grietas. Ya había una fisura al frente de la puerta mayor, ya se veían algunos milímetros abiertos.  No vinieron hacer nada. Los feligreses ya habían notificado cuatro meses sobre los daños”, dijo.

Para Sergio Montiel, quien tiene 43 años y además de ser sacristán es campesino y albañil, hoy solo queda el recuerdo la angustia y –tal vez- la impotencia de no haber podido salvar más vidas.

Fue la tarde del miércoles 20 de septiembre cuando con globos y música de banda los pobladores de Atzala despidieron a las 11 víctimas mortales por el terremoto, entre las que se encontraban Elideth, la niña de meses que estaba siendo bautizada; su hermana, María de Jesús León, Manuela e Ismael Escamilla, la madre y el padre de ambas.

Los otros fallecidos fueron Florencio Flores Nolasco, su esposa, Susana Villanueva; sus hijos, Samuel y Azucena, Feliciana, hermana de Susana y Carmen, madre de Susana.

VER: Entre globos blancos y música de banda, entierran a 11 de los muertos en Atzala (VIDEOS)