¡No más víveres!

Ha sido impresionante y conmovedor la cantidad de poblanos que han destinado su dinero a la compra de víveres, los han llevado a los centros de acopio y hasta han prestado sus autos para trasladarlos, algunos ya sin rumbo por la carretera a Izúcar de Matamoros. 

Debido a que Atzala es el municipio con mayor cantidad de muertos ha sido el más visible por los medios de comunicación, pero no se trata tal cual de una zona de desastre, si murieron 11 personas fue porque les cayó encima el techo de la iglesia. 

Atzala recibió este miércoles gran cantidad de víveres y muchos de ellos tuvieron que ser regresados porque no los necesitan. Lo mismo pasó en Atlixco y en Izúcar de Matamoros. 

La gente no necesita qué comer, necesita ¡dónde vivir!

La zona de la Mixteca en las poblaciones de Alpanocan, Pilcaya y San José Platanar están prácticamente en ruinas, es un milagro que no haya pérdidas humanas pese a la magnitud de desastre de casas que cayeron por completo. 

Esas comunidades están a casi cuatro horas de la capital. 

Pero no vamos muy lejos, hoy en la mañana estuve en Atlixco y la historia es la misma, hay decenas de casas y edificios que están a punto de caer o destruidos por completo. 

Esa gente no necesita víveres, necesita ayuda para hacer dictámenes, demoler los muros que ya no sirvan y volver a levantar sus edificaciones. 

Llegaban a Atlixco jóvenes entusiastas con palas y cubetas, recogían escombros sin supervisión previa de Protección Civil, sin saber si estando dentro corren peligro. 

Las cosas en estas poblaciones están sobre hilos, son tan frágiles que una lluvia intensa podría tirarlas.

¿Qué se necesita?

Lo primero que se necesita son arquitectos y peritos que ayuden a dictaminar el estado de las casas. 

Expertos que adviertan a las familias del riesgo que corren al permanecer ahí y que los fuercen a ir a un albergue. 

Después se necesita material para construcción, porque esa gente perdió su único patrimonio.

También requieren cuadrillas de electricistas y plomeros que ayuden con trabajos en las casas. 

La labor de reconstrucción es enorme y es millonaria, pedir dinero en efectivo genera desconfianza pero material para construcción podría ser más sencillo. 

Pero antes que todo esto, lo primero es que Protección Civil, ni en esas comunidades ni en otras más civilizadas como Atlixco ha acudido a hacer los dictámenes de las casas ni han acordonado la zona para impedir el paso. 

Si esto no se realiza de forma inmediata, Puebla corre el riesgo de sumar más muertos a su lista y ¡por negligencia!