La madrugada del 14 de septiembre Policías Federales encontraron herido a Aurelio Cabrera Campos.
El periodista, que dirigía su propio medio, El Gráfico de la Sierra, fue baleado a unos metros del puente de acceso al municipio de Juan Galindo, mejor conocido como Nuevo Necaxa.
Los primeros en responder al llamado anónimo de auxilio al número de emergencias 066, fueron agentes federales.
La primera versión, originada extraoficialmente desde fuentes policiales, detallaba que Aurelio Cabrera aún se encontraba con vida y pudo decir que su atacante habría sido un compañero del gremio periodístico.
El primer señalado fue Juan Pedro Garrido, el director de La Voz de la Sierra, con quien públicamente Aurelio Cabrera tuvo un par de desencuentros.
Según el propio Pedro Garrido relató a PÁGINA NEGRA –en la última entrevista antes de desaparecer por temor a ser aprehendido por la Fiscalía General del Estado–, Aurelio Cabrera Campos tuvo una relación laboral con su familia entre el 2009 y el 2015.
Garrido aceptó que tuvieron problemas profesionales, pero hasta ahí. “Un par de cartas aclaratorias”, dijo al definir cuál había sido el mayor disgusto entre ellos.
El 8 de marzo del 2015, Aurelio Cabrera Campos fue atacado por dos hombres y dos mujeres cerca del Juzgado Penal de Xicotepec, cuando se encontraba investigando un caso de secuestro. Lo golpearon y le arrebataron la cámara con la que trabajaba.
En ese entonces aún laboraba para el diario La Voz de la Sierra. Y ante la agresión, la familia que opera e imprime el medio en la sierra norte no lo apoyó.
Le dio la espalda, según han comentado otros compañeros periodistas de la región.
A raíz de este hecho, Aurelio advirtió que no tendría apoyo de sus empleadores y emprendió la retirada del medio para abrir su propio semanario.
En respuesta, los Garrido comenzaron a referirse negativamente en su contra. Pedro Garrido hijo incluso se refería a él como un “remedo de reportero”.
El pleito entre Cabrera y Garrido fue conocido de todo el gremio periodístico en la región. Pero, qué tanto en verdad sería ese el móvil del homicidio, como señala la Fiscalía.
¿Un pleito de este tipo era suficiente para asesinar a un compañero periodista?
La defensa pública de la familia Garrido es ahora encabezada por Evelyn, la hermana de Pedro. Los abogados que apoyarían en el tema legal han renunciado por temor a represalias de parte del agente del Ministerio Público en la región.
La familia Garrido es investigada casi por completo. Juan Pedro Garrido Juárez, su padre Pedro Garrido Cuevas y hasta su sobrino –que por cierto, es menor de edad– son objeto de una orden de aprehensión, según relató Evelyn en las últimas entrevistas concedidas a medios poblanos.
Lo cierto es que el punto de quiebre entre la familia de periodistas y las autoridades ministeriales de Huauchinango ocurrió el 26 de agosto de 2016, ese día en que una banda de asaltantes a casa habitación entraron al domicilio de Evelyn y se robaron un automóvil.
El auto fue localizado en Huauchinango, pero el comandante de la Policía Ministerial en Xicotepec, Adolfo Zamudio exigió 2 mil pesos para entregarlo. Garrido incluso depositó el dinero y recientemente han sido exhibidas las conversaciones y el documento que comprueba el depósito.
En su última carta pública, dada a conocer por el diario La Voz apenas un día atrás, Juan Pedro Garrido reaparece, para insistir en que es inocente de las acusaciones de la Fiscalía General del Estado:
“Esto es algo verdaderamente aberrante en la aplicación de la Investigación Judicial, porque está claro que no están buscando al verdadero culpable si no que están fabricando una presunta investigación con testigos falsos para incriminarme en un delito que yo no he cometido, ¿cómo obtuvieron la orden de aprehensión si ya en tres ocasiones el juez de control regional de Huauchinango la negó por falta de elementos de prueba? Si incluso en el cateó a mi domicilio no se encontró nada de las pruebas que ellos buscaban para culparme? Pero de momento la Fiscalía General del Estado de Puebla está linchándome al señalarme como el homicida de AURELIO CABRERA CAMPOS”, señala en su última carta Juan Pedro Garrido.
El Fiscal Carrancá insistió en tener pruebas contundentes. Entre ellas una declaración del propio Aurelio Cabrera Campos señalando a Juan Pedro Garrido como su atacante.
¿Hay un video o audio que lo comprueba? ¿Lo grabaron los agentes federales?
¿Quién mato a Aurelio Cabrera Campos?
¿Por qué la Fiscalía aún no exhibe estas pruebas contundentes si es que las tiene?
¿Fue realmente la cobertura de información que cubría Aurelio Cabrera el móvil o fue un tema de faldas como algunos han señalado?
¿Qué responsabilidad tiene realmente Juan Pedro Garrido?
¿O Víctor Carrancá duda de la información que le vierten desde la Sierra Norte sus funcionarios?
¿Teme el Fiscal tener otro caso sin fundamento y que haga el ridículo ante el Poder Judicial como ocurrió con los ocho policías de Amozoc, que fueron liberados por no tener complementada correctamente la carpeta de investigación?
Hasta el momento el caso provoca más dudas que certezas.