En la designación de voceros para su gobierno, Rafael Moreno Valle ha roto récord. En los cuatro años que van de su administración el mandatario ha cambiado de portavoz en 6 ocasiones, la más reciente fue el nombramiento de Max Cortázar, el cual fue interpretado por los medios nacionales como una de las estrategias del gobernador poblano para allanar sucamino rumbo a la elección Presidencial de 2018.

El 2011, cuando Moreno Valle asumió el poder como el primer panista en gobernar Puebla, nombró a Norberto Tapia como su vocero. De acuerdo con lo publicado por el diario nacional Reforma, Tapia dejó el cargo luego de que fue denunciado por utilizar unidades de Televisión Educativa de la SEP para transmitir el primer informe del gobernador de Puebla, por lo que solo duró seis meses en el cargo.

Para sucederlo llegó el polémico Sergio Ramírez Robles, quien comenzó a hacerse fama por confrontar a los detractores de Moreno Valle, asistiendo a ruedas de prensa. En octubre de 2012, Ramírez Robles causó polémica a nivel nacional por haber denunciado a dos periodistas poblanos por daño moral, después del escándalo renunció a su cargo arguyendo “motivos personales”.

El tercero en la lista de voceros del morenovallismo fue Marcelo García Almaguer, quien llegó como portavoz en diciembre de 2012. Su nombramiento no causó sorpresa entre los políticos poblanos, pues García Almaguer es uno de los operadores más cercanos a Moreno Valle.

En 2010, García Almaguer fue coordinador de medios y de imagen en la campaña de Moreno Valle a la gubernatura. El escándalo también alcanzó a este vocero cuando fue amonestado por el Instituto Nacional Electoral (INE), por la promoción extraterritorial del gobernador de Puebla.

Marcelo García se mantiene como pieza clave entre los hombres cercanos a Moreno Valle, pues actualmente funge como titular de la Secretaría de Comunicación del PAN nacional.

Tras la salida de García Almaguer, en marzo de 2013 llegó a cargo el periodista poblano Fernando Alberto Crisanto, quien inició un boicot contra los medios críticos del gobierno morenovallista.

El boicot informativo fue denunciado en enero de 2014, pues Crisanto se encargó de “bloquear” a medios como: CENTRAL, Cambio, Intolerancia, E-consulta, La Jornada de Oriente, Status Puebla, Lado B y el Heraldo de Puebla cuyos reporteros no eran informados sobre la agenda y, mucho menos, convocados a las giras.

Luego de que el escándalo por el bloqueo informativo llegó a Proceso, en enero de 2014, el gobierno morenovallista empezó a buscarle un reemplazo y nombró el 4 de marzo de ese año a Héctor Alcudia.

Alcudia fue vocero de la administración morenovallista, es cercano al senador panista Javier Lozano Alarcón, pues cuando el ahora senador fungió como titular de la Secretaría del Trabajo en la administración de Felipe Calderón Hinojosa, Alcudia ocupó la Oficialía Mayor y la Dirección de Comunicación Social.

A unas horas de su IV Informe de Labores, el 14 de enero de 2015, Rafael Moreno Valle nombró a Max Cortázarcomo el nuevo vocero de su administración. La llegada de Cortázar no mermó el papel de Alcudia quien permanece como director de Puebla Comunicaciones.